“Ese gallo escupe fuego y pisa fuerte”, asegura Mariano Di Cesare, cantante y guitarrista de Mi Amigo Invencible, acerca de la imagen que ilustra Dutsiland, elegido como el disco nacional de 2019 en la encuesta anual del NO. “Cada vez que escucho música rupturista y vanguardista, siempre pienso que nos quedamos atrás porque llevamos muchos años como banda. Por lo que ese temor está presente. Pero cuando suceden estas cosas, más allá de que no creo en los balances ni en los concursos, no puedo dejar de ponerme feliz y entusiasmado.”

 

El último álbum de estudio de la agrupación concebida en la capital mendocina es fruto de la contingencia. Y es que, tras 12 años de carrera, se vieron en la necesidad de reinventarse, a partir de una crisis creativa que puso en duda su continuidad . “Hubo un montón de replanteos que trajeron esta renovación sonora. Este disco, a pesar de que se trabajó con suficiente tiempo de proyección, rompió puertas que estuvieron cerradas. Si bien quema y enciende, nos estabilizó. Fue una revelación incluso para nosotros.”

Así como lo sugiere su título, que alude a lo fantástico, el disco publicado en julio hizo de Dutsiland un espacio fecundo para las posibilidades. Por lo que no es fortuito que este baluarte del indie argentino le confiara su remodelación a un productor extranjero, el estadounidense Luke Temple, escultor de una impronta que acercó al grupo a un sonido más internacional. “Este es uno de esos discos que entra en una segunda escucha”, reconoce Di Cesare, quien también convocó al icono del post rock John McEntire para que se encargara de la mezcla.

“No sé si será una falla o una virtud, pero nuestro camino no es tan directo ni tan impactante. Dutsiland es difícil de tragar al principio porque trabaja con elementos que no tienen mucha claridad y dirección. Esto guarda un poco de misterio, por más que sea una palabra que perdió espacio en la superficialidad de la música de hoy”, evalúa. Lo que sí es evidente en este material es el protagonismo de los sintetizadores: “Llegaron en un momento en el que las guitarras se empezaron a agotar. Somos de esa generación que va con el machete cortando la maleza en la selva”.

Aunque la banda salió airosa en su campaña reinventiva, el proceso dejó como efectos colaterales la salida de dos de sus integrantes: el cantante Mariano Castro y el bajista Jopo Quatrini (cuyo remplazo será Lucila Pivetta). “No sólo el disco fue una transformación para nosotros, sino todo lo que trajo consigo”, explica el frontman, que en 2019, de la mano de Mi Amigo Invencible, debutó en Colombia y México.

“El proyecto salta hacia el vacío todo el tiempo”, dice Di Cesare. Pero a contramano de lo que advierte el tema que inaugura el flamante repertorio, Desayuno continental, la agrupación sí cuenta con algo armado y con un plan. “Mi única meta es seguir creando nuevos discos (en febrero comenzarán a preparar el próximo), y que eso nos dispare a más kilómetros y ciudades nuevas. El plan es seguir en este camino de la experiencia. Somos un grupo que intenta trabajar con ese tipo de emociones. Nuestras canciones manejan cierta melancolía y tristeza, pero también la necesidad de salir del pozo. Aprendimos que todo es cíclico, y que las dudas te ayudan a seguir adelante. Dutsiland fue un salvavidas que nos enseñó que con la música se puede seguir para adelante”.

* La distinción del de Mi Amigo Invencible como el “mejor disco argentino” está en el marco de la Encuesta del NO, donde lxs músicxs que fueron entrevistadxs durante el año eligieron lo que más disfrutaron de 2019. Encontrá el detalle de todos los votos desde el 7/1.