El jefe de la Policía de Santa Fe, Víctor Sarnaglia, tomó una decisión que traerá polémica. Firmó ayer una resolución con la que autoriza a los agentes de la fuerza a circular con una bala o cartucho en la recámara del arma reglamentaria. Significa que ese proyectil esté listo para ser disparado.

"Atento a las actuales situaciones de inseguridad reinante y de violencia inusitada en todo el territorio provincial", dice el texto de la norma que deroga otra en el sentido contraria que había sido expedida en 1998. Argumenta, además, que la decisión se propone "resguardar la seguridad de toda la población santafesina y de todo el personal policial actuante".

La resolución instrumentada por Sarnaglia faculta desde hoy "a todo el personal policial a que, según la situación en la que se proceda y los criterios de seguridad e integridad física propia y de terceros que se deba adoptar, se habilite a dilucidar la posibilidad de poseer cartucho en recámara". La munición que consigna el documento deberá ser el reglamentario que provee la Policía provincial a sus efectivos. 

Luego de firmar la medida, el jefe provincial de Policía la circularizó entre todos los departamentos de la fuerza, en todas las unidades regionales, “para que la transmitan a todo el personal subalterno”, según ordenó.

Al cierre de esta edición, organismos de derechos humanos ya expresaban su rechazo en redes sociales.