Antes de las dos de la tarde de ayer, un joven –su identidad no fue suministrada– murió acribillado a tiros por el conductor de un Chevrolet Corsa gris con el que estaba conversando en pasaje 516 al 6300. El crimen ocurrió a 100 metros del balcón del casino donde el sábado ocurrió el ataque mortal que estremeció la ciudad. 

Una hora después, dos hombres en moto pasaron frente a una vivienda en Avalos y Larrechea, zona norte, y prodigaron unos balazos. Hirieron en un tobillo y un pómulo a un niño de 6 años que ya se encuentra fuera de riesgo. El blanco de las balas fue la misma casa en la que el año pasado murió la niña Maite Ponce, de 5 años. El padre de ambas víctimas atribuyó ambas balaceras a vendedores de droga en esa zona entre los barrios Parque Casas y La Cerámica.

Pasadas las siete de la tarde, alguien encontró sobre Amuchástegui al 900, casi esquina Mendoza, a Yanina Beatriz Merlo, malherida en la calle. Tenía dos puñaladas en el pecho y otra en el abdomen. La llevaron al Heca, pero murió una hora después, como consecuencia de las heridas sufridas. El fiscal Luis Schiappa Pietra abrió la investigación de rigor. No hay detenidos por este asesinato, el 15° que ocurre en el departamento Rosario en las primeras dos semanas del año.