Desde Santa Fe

El pacto político entre Miguel Lifschitz y el senador del PJ, Armando Traferri, que gobierna la Legislatura comenzó a tallar ayer en el trámite de la ley de Necesidad Pública que propuso Omar Perotti. El proyecto ingresó al Senado, pero a pesar del apuro de los senadores justicialistas alineados con la Casa Gris que querían votarlo sobre tablas, fue girado a seis comisiones: Desarrollo Social, Salud Pública, Seguridad, Economía, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. Más un adicional: la Cámara pasó la sesión del jueves que viene al 27 de febrero, con lo cual abrió un plazo para negociar la ley durante quince días, no sólo en el Senado, sino también con el bloque de Lifschitz en Diputados. Traferri admitió que el gobierno de Perotti necesita la norma “con premura”, pero “a veces –recomendó- es importante darse 72 horas de diálogo y escuchar a la oposición para lograr el consenso, porque si no corremos el riesgo de que nos pase como en diciembre”, cuando el Senado aprobó la primera “emergencia” que pidió Perotti y después, “Diputados la mandó al archivo”, por orden de Lifschitz. “Si queremos la ley tenemos que estar dispuestos a negociar”, agregó.

Antes de la sesión, Traferri –en un diálogo con la colega Ivana Fux- dijo que el proyecto de Perotti pasaría por tres comisiones: Economía, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. Lo despacharon a seis, porque se agregaron: Desarrollo Social, Salud y Seguridad. El tiempo del trámite se multiplicó, tanto como el plazo de negociación que Traferri había sugerido “72 horas” y ahora serán quince días, hasta el 27 de febrero. Su consejo -dijo- “es llegar al recinto del Senado con una ley posible”, para que no se repita lo de diciembre, que el bloque de Lifschiz la vuelva a tumbar en Diputados. “Ya hemos tenido una experiencia exitosa que fue la sanción de la Ley Tributaria. En esa oportunidad tuvimos una mesa de diálogo entre las partes (los senadores de Traferri, los diputados de Lifschiz y los ministros de Perotti) para sacar una ley posible. Estamos en el mismo camino”, explicó.

El miércoles, el senador por Rosario Marcelo Lewandowski se la jugó al afirmar que esperaba que la ley saliera en la sesión de ayer, sobre tablas. Ahora, el pronóstico pasó para el 27 de febrero. El bloque del PJ tiene doce votos y suele sumar otros dos de sus aliados del radicalismo disidente: Lisandro Diana y Hugo Rasetto, cercanos al intendente de Rosario Pablo Javkin. Lewandowski aceptó que el Senado abrió un plazo para negociar con el bloque de Lifschitz y mientras conversaba con cronistas parlamentarios en hall de la Legislatura –entre ellos Rosario12-, terminaba una reunión entre Traferri y su número dos, Rubén Pirola con dos enviados de Lifschitz: los diputados socialistas Pablo Farías y Joaquín Blanco.

En tanto, en la Casa Gris, el ministro de Gobierno Esteban Borgonovo estuvo ayer muy activo en su ronda de diálogo con los senadores de la UCR. A primera hora, recibió al jefe del bloque, Felipe Michlig, en la segunda audiencia que le concede en una semana. Michlig llegó junto a su colega Lisandro Enrico, así como el jueves pasado lo acompañó Rodrigo Borla. “Los senadores de la UCR tienen buena llegada al ministro, vienen muy seguido a verlo a su despacho”, dijo un secretario de su gabinete.

Mas mediodía, Borgonovo volvió a reunirse con senadores del radicalismo disidente: Rasetto y Diana, este último muy cercano al intendente Javkin, con quien comparte espacio político. “Analizamos la ley con el ministro y le dejamos una sugerencia: que todos los municipios, no sólo los que declararon la emergencia, tengan la posibilidad de hacer operaciones de crédito”, en el mercado de capitales, dijo Rasetto. A Borgonovo le pareció una propuesta viable. Dianna le planteó también la “difícil situación” del municipio de Coronda, donde el intendente Ricardo “Bachi” Ramírez heredó una deuda flotante de 50 millones de pesos y no puede pagar los sueldos. La crisis ya derivó en paros y en cortes de la ruta 11 y de la autopista Santa Fe-Rosario, esta semana. “Coronda necesita asistencia financiera de la provincia”, insistió el legislador.

El pacto Lifschitz-Traferri que gobierna la Legislatura está la vista desde el año pasado. El 20 de noviembre, Lifschiz mandó el presupuesto 2020 que le armó a Traferri y el Senado lo aprobó sobre tablas al día siguiente con los votos seis senadores del PJ que rompieron el bloque liderados por Traferri. A la semana, Diputados completó la sanción de la ley pero después de arduas negociaciones con los ministros de Perotti (Borgonovo, Rubén Michlig y Walter Agosto). El proyecto original de Lifschitz tenía un superávit de 3.100 millones de pesos y el que salió de la Legislatura reveló un déficit de 8.700 millones, que es uno de los rubros que Perotti deberá financiar este año. Los otros son: una deuda flotante de 27.000 millones de pesos y la recomposición del Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (FUCO) por 15.000 millones. Así, las necesidades de financiamiento para 2020 que denuncia la Casa Gris son casi 52.000 millones de pesos.

28 de noviembre