“Es un esfuerzo titánico hacer un disco, y quiero que dure más que la novedad”, dice el guitarrista, compositor y cantante, José Ianniello. Se trata de Proyecto Bonsai, Vol. 1 (Formato Psíquico Records), un auténtico “do it yourself” al decir del músico, cuya reciente circulación por las redes ofrece 15 canciones breves en formato solista, junto a invitados, y una sensación gratificante que persiste como núcleo central.

Integrante de la banda de rock Ovnitorrincos, Ianniello despliega en Proyecto Bonsai, Vol. 1 un cúmulo de sensaciones que deja aflorar y comparte en forma de canciones inmediatas, que apenas alcanzan los 2 minutos. Lo hace junto a invitados puntuales y repartidos, como Nahuel Marquet, Diego Fusaro, Ignacio Ianniello, Cecilia Palmucci, Polaco Abramowski, Huevo Alabern, Mercedes Ianniello, The Joselas, y Adrián Steinsleger. Por lo demás, toda voz e instrumento corresponden a José Ianniello.

Aun cuando se trate de un disco digital, Proyecto Bonsai es obra de un músico formado en el vinilo. “Antes de Los Beatles eran los simples, las canciones sueltas, pero ellos conceptualizaron el LP y eso es lo que nosotros, los que tenemos más de 40, mamamos. Tenemos eso, lo del concepto al sacar un disco entero. Cuando comencé a pensar este concepto de canciones breves, empecé sacándolas sueltas. Arranqué alrededor de noviembre de 2018 y mi idea era componer y publicar, no quería que me pasara lo mismo que con el disco de Ovnitorrincos (Porque es de noche, 2017), cuando entre la composición de los temas y el disco pasaron alrededor de cinco años. Por eso, acá la idea fue: compongo un tema, lo arreglo, le pongo un videíto y lo hago circular. En algún momento me di cuenta de que al escucharlos todos juntos, estaba bueno conceptualizarlos en un disco. Los fui mejorando, los remezclé y mastericé, todo esto en el living de mi casa”, explica el músico a Rosario/12.

"No es que yo quiera dar un mensaje al mundo ni nada, pero siento que hay un metamensaje, de un tiempo, de este tiempo"

A diferencia de Ovnitorrincos, en Proyecto Bonsai hay una música inmediata que explica también la predilección por el living hogareño, aun cuando incida también la cuestión presupuestaria. Dado el caso, lo que hay que tener se tiene; y esto es: saber musical. En cuanto a lo técnico, “lo que no supe me lo puse a aprender, comencé a mezclar el disco en agosto y me di cuenta de que había cosas que no sabía, sobre todo para el proceso de masterizado. Me hice una especie de cursos durante unos meses, con tutoriales y manuales. Lo que hice lo siento algo personal para conmigo. No es que yo quiera dar un mensaje al mundo ni nada, pero siento que hay un metamensaje, de un tiempo, de este tiempo. Las canciones breves, autoproducidas de punta a punta, el ‘do it yourself’, producir en el reino de lo posible y con lo que se pueda”, agrega.

--En lo personal, qué destacás de Proyecto Bonsai, a diferencia del trabajo con Ovnitorrincos.

--Muchas cosas. El tema es que cuando estás en el entorno de una banda, la banda tiene una estética determinada, aunque pueda ser modificable. Y lo que se compone está un poco ligado a la formación instrumental, a lo tímbrico, y también a la estética de cada una de las personas. Pero con estos temas, cuando me puse a componerlos, uno de los preceptos fue: lo que salga, sale. De hecho, hay temas que tienen una impronta latina. Hay un chamamé (“Zorzal”), grabado con tres guitarras bien maceteras. Lo que más veo es eso, que pude permear el centro que tenía de rock nacional, si se quiere, con otras músicas como chamamé, música brasilera, o Juan Luis Guerra y Rubén Blades, músicas y músicos que siempre escucho. Y todo eso en mi banda no estaba. Quizás porque yo me lo negaba o censuraba, quizás por algo medio prejuicioso, al venir de la cultura de Charly y Spinetta, que son como del rock un poco más puro, no así Fito que tiene la impronta latina metida en sus temas. Me permití eso, y una pequeña cuota de humor, algunas ironías.

"Todos los invitados son de mi entorno, en un círculo bastante cerrado. Cada uno aportó algo que hizo al disco más fluido" 

--¿Cómo fue el trabajo con los invitados?

--Fueron surgiendo porque con algunos tenía muchas ganas de trabajar, como con Nahuel Marquet. El tema “Llueve” es muy difícil de cantar, y enseguida pensé en él. Todos los invitados son de mi entorno, dos hermanos míos, compañeros de banda, excompañeros de banda, en un círculo bastante cerrado. Cada uno aportó algo que hizo que el disco fuera un poco más fluido. No soy un multinstrumentista. Y bancar un disco haciendo todo solo no es tan sencillo, por más que los temas sean breves y no haya tanta exigencia en lo arreglístico. Siempre está bueno que haya otras voces, sobre todo cantando, porque eso le da descanso al oído.

--Se nota un lugar de despliegue personal, entre el tango y Spinetta.

--Si bien no hay ningún tango, está siempre dando vueltas en la melodía, así como lo spinetteano en la armonía y en el fraseo. Esas cosas son parte del ADN de alguna manera. También Charly. Aun cuando parezca al revés, Spinetta es más fácil de abordar, porque metés dos acordes raros y suena spinetteano. La cosa de Charly es más difícil, menos explicable.

--Escucho el disco también como un cruce de simpatías compartidas y dialogadas.

--Si eso se da, es porque surgió así, de manera natural. A veces uno escucha algunas cosas en donde el vínculo está un poco forzado por imitación antes que por empatía. En lo personal, en ningún momento me niego a que surjan los colores que remiten a otros tipos, porque el arte es también así, tiene que ver con recibir y proyectar.

--¿El “Volumen 1” implica una continuidad?

--Tengo la esperanza de que sea una serie, de que sean mis discos entre otros proyectos. Probablemente, este año armemos un disco con Ovnitorrincos, estoy también ayudando al Polaco (Abramowski) a hacer su disco solista, y ya tengo cuatro o cinco temas armados para el Volumen 2.

Que el disco continúe respirando, cuando en el panorama actual aparecen músicas nuevas todos los días. Es algo hermoso, pero requiere que estemos muy atentos. Lo que me gusta es que todo el mundo destaca las canciones y la composición, y es eso lo que más me interesa: me interesa componer todo el tiempo. Y me parece que el formato de canciones breves también ayuda en estos tiempos, en donde pareciera que nadie tiene paciencia para demasiado.