Una orden de las autoridades regionales de Hubei, dispuso posponer las bodas; los procesos funerarios, minimizarse. Las visitas a otras casas están estrictamente prohibidas, así como jugar al 'mahjong' (un popular juego de mesa chino) y a las cartas. La provincia de Hubei, epicentro de la epidemia de COVID-19, extendió a unas 24 millones de personas más las restricciones de movimiento y les pidió que se queden en casa hasta nuevo aviso, según publicó el diario hongkonés South China Morning Post. Por otro lado, suspendieron la presentación de "James Bond: Sin tiempo para morir", programada para llegar a China en abril próximo.

A causa de "la incertidumbre que rodea la evolución de la epidemia", que ostenta 1.770 muertos y 70.553 afectados en China, el nuevo filme del espía, dirigido por Cary Joji Fukunaga y protagonizado por Daniel Craig no tendrá actividad promocional en la nación asiática, informó Europa Press, citando al sitio de noticias del espectáculo Deadline.

La ausencia de la nueva película de Bond no es la primera consecuencia directa del virus sobre la industria del entretenimiento de China, el segundo mercado cinematográfico más grande del mundo, ya que, actualmente, allí la mayor parte de las salas de cines permanece cerrada de manera indefinida.

Las nuevas normas, anunciadas el domingo, se traducirán en el cierre efectivo de unas 200.000 comunidades rurales en las que viven unas 24 millones de personas.

En ellas solo se habilitará un único punto de entrada y salida, bajo vigilancia, una medida también aplicada en las urbanizaciones residenciales de las ciudades.

En cualquier caso, tanto el acceso como la salida estarán limitados: solo los residentes podrán entrar a sus pueblos, mientras que únicamente una persona de cada hogar tendrá permiso para salir de él cada tres días al objeto de comprar los productos imprescindibles.

"En principio, cada aldeano ha de quedarse en casa. Si necesita salir, tiene que llevar mascarilla y permanecer a un mínimo de 1,5 metros de otras personas", indicó el texto publicado por las autoridades regionales.

"Todos los centros de ocio deben cerrar y todas las actividades grupales deben suspenderse. Las bodas deben posponerse; los procesos funerarios, minimizarse. Las visitas a otras casas están estrictamente prohibidas, así como jugar al 'mahjong' y a las cartas", apuntó el documento.

Asimismo, solo se permitirán furgones policiales, ambulancias "y otros vehículos con licencia especial en las rutas de Hubei", agregó el rotativo.

Desde el pasado 23 de enero, Wuhan, epicentro de la epidemia y capital de Hubei, permanece en cuarentena, una medida que después se extendió a otras ciudades de alrededor y que afecta a varias decenas de millones de personas.

Sin embargo, en otras partes del país se intenta volver a la normalidad ante la preocupación de las autoridades de que el parón provocado por la epidemia dañe seriamente la economía del país.

La provincia de Hubei registró este domingo 100 muertos más por COVID-19, neumonía causada por el nuevo coronavirus denominado SARS-CoV-2, que ha infectado ya a casi 72.000 personas en todo el mundo y causó 1.770 muertos en China continental y otras 5 muertes en Japón, Hong Kong, Taiwan, Filipinas y Francia.

Hubei, situada en el centro-este del país, concentra la mayoría de las muertes (1696) y los contagios diagnosticados en la China continental hasta el momento (58182 sobre 70553).