El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, buscó restar trascendencia a los dichos de su ministra de Salud, Josefina Medrano , respecto de la muerte de niños wichis en el norte salteño e indicó que "se equivocó", pero destacó el trabajo que se está haciendo en la zona. "Lo mejor es mostrar la realidad y no esconderla", consideró el mandatario frente a un problema que reconoció es "una deuda histórica".
Por su parte, el ministro Daniel Arroyo calificó la situación como "gravísima" y adelantó que esta semana volverá a viajar a Salta para mantener reuniones con los referentes de la comunidad wichi.
En tanto, el mandatario salteño señaló que, tras la declaración de emergencia, se está trabajando junto al Ejército y el gobierno nacional en la excavación de 30 pozos de agua para abastecer a las comunidades wichis en los departamentos de Rivadavia, San Martín y Orán. Sáenz agradeció además la iniciativa del conductor Marcelo Tinelli, quien junto a un grupo de empresarios, se ofreció a financiar 10 de los 30 pozos necesarios.
Según Sáenz, los recursos que la provincia no invertirá en esos diez pozos permitieron comprar 30 ambulancias 4x4 para acceder a los parajes alejados, donde viven las comunidades. "La última ambulancia que se compró en la provincia fue en el año 2013", indicó el gobernador, en diálogo con radio La Red.
Respecto de las expresiones de la ministra Medrano, Sáenz relativizó sus dichos sobre que "no es de hoy que los chicos mueren en esta época del año" y consideró que en un momento sensible "unas palabras de más o de menos" generan rechazos.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, no descartó que pudiera haber otra víctima mortal y calificó la situación de "gravísima", aunque confió en el mayor control de la situación a partir de los trabajos de rastrillaje en toda la zona —que redundaron en la internación de 32 niños por desnutrición y 160 se registraron con bajo peso— y los operativos de emergencia que llevan alimentos y agua.
"El problema principal es el agua. La gente en las comunidades wichis toma agua en mal estado que genera diarrea, luego deshidratación y de ahí la desnutrición", describió Arroyo y adelantó que esta semana volverá a viajar a la provincia para reunirse con los referentes de las comunidades wichi.
Desde las comunidades, la denuncia excede el problema del agua y apunta a la política sostenida de desmonte de los bosques salteños para el avance del agronegocio, que deja los wichis sin acceso a sus medios de vida tradicionales.
Según Greenpeace, entre 1998 y 2017, se deforestaron en Salta 174.024 hectáreas de bosques protegidos. Recién en noviembre de 2018, a 11 años de la sanción de la Ley de Bosques, el ex gobernador Juan Manuel Urtubey ordenó la reforestación de parte de los bosques perdidos y multó a algunos de los empresarios que violaron la norma nacional.