Retorciendo las palabras para abrir el mundo
Lenguaje inclusivo: Llamame por mi nombre
¿Señora? ¿Señor? ¿Señore? Cuestionar el masculino universal no es sólo alentar el uso de la “e”, es también reducir el riesgo de atropello y dar lugar a las formas con que cada quien quiere ser nombradx.
