Dean Kontz forma parte del grupo de autores norteamericanos que quizás no tengan prestigio literario, pero sí venden mucho, como Tom Clancy o John Grisham. A los 74 años, es autor de más de 30 libros, como Fantasmas, El acoso y El marido.

Sin embargo, su novela Los ojos de la oscuridad se puso de moda casi cuarenta años después de su publicación.

Se lee en un pasaje del libro, más precisamente en el capítulo 39:

- Para entender esto, dijo Dombey, debes retroceder un año. Fue por entonces cuando un científico chino llamado Li Chen escapó a los Estados Unidos llevando consigo un diskette con información sobre el arma biológica más importante y peligrosa en una década. Se llama Wuhan-400, porque se desarrolló en el laboratorio que está en las afueras de la ciudad de Wuhan y fue una de la número 400 entre las cepas viables de microorganismos humanos que crearon allí. 

La novela se publicó en 1981 y alude a un virus surgido en Wuhan, casi cuatro décadas antes de la aparición del coronavirus.

Hay más: otro fragmento de la novela afirma que la enfermedad tendría alcance global “hacia el año 2020”. Además de haber anticipado el lugar donde surgiría el coronavirus, Koontz acertó en el momento en que la enfermedad sería una preocupación mundial.

No es el único que anticipó el coronavirus. La supuesta vidente Sylvia Browne (1936-2013) publicó en 2008 su libro de profecías El fin de los días, donde se lee que “alrededor del año 2020, una enfermedad grave similar a la neumonía se extenderá por todo el mundo, afectando los pulmones y los bronquios y resistiendo todos los métodos de tratamiento conocidos”.

Browne fue más allá y arriesgó además que la enfermedad reaparecerá en 2030.

En su caso, no cuenta con aciertos que la avalen: pronosticó que moriría a los 88 años, y murió a los 77. Y no dudó en afirmar que Donald Trump jamás llegaría a presidente de los Estados Unidos.