Este jueves, un día después de que apareciera flotando en el río Paraná el cuerpo de Carlos Daniel Orellano, el joven de 23 años que había sido visto por última vez la madrugada del lunes en el boliche lindero Ming River House, el local fue clausurado por 45 días para que la justicia rosarina investigue qué pasó con el muchacho. Los familiares del joven, que convocaron por la tarde a una marcha para pedir justicia, apuntaron contra los patovicas del local bailable, quienes habrían expulsado a golpes a Orellano y provocado su caída al agua. Según la fiscalía, el personal de seguridad negó que ese día se hubieran generado disturbios en el interior de la disco. Si bien adentro del local los investigadores no encontraron rastros de sangre, sí lo hicieron en el exterior.

El presidente Alberto Fernández dialogó en la tarde del jueves en Rosario con los padres del joven muerto. Poco después de arribar a Rosario para encabezar la ceremonia conmemorativa del primer izamiento de la bandera a orillas del río Paraná, el jefe de Estado se reunió con ellos en unas oficinas cercanas al aeropuerto local, en un encuentro del que participaron también el gobernador Omar Perotti, la vicegobernadora Alejandra Rodenas y el intendente rosarino, Pablo Javkin. Fernández escuchó el reclamo para el esclarecimiento del hecho.

La disco, en la que de acuerdo a las fotos que subieron sus amigos en redes sociales el joven estuvo hasta las 4.30, está ubicada en la zona denominada La Fluvial, lindante con el muelle número 3 del río Paraná, donde fue hallado el cadáver el miércoles alrededor de las 15.  Por el hecho, la fiscalía puso bajo la lupa a 12 efectivos de seguridad privada del boliche más dos policías adicionales.

Pero las sospechas en la causa también se extienden al accionar policial.  La fiscal Valeria Piazza Iglesias había ordenado secuestrar las imágenes de las cámaras de seguridad. Pero la seccional segunda no sólo no intervino sino que permitió que el local bailable, posible escena de un crimen, abriera con normalidad el mismo lunes por la noche.

Además, para sumar dudas, en la madrugada en que desapareció el joven, una policía que cumplía funciones de custodia adicional fuera de la disco denunció al 911 que vio a alguien apoyado sobre una baranda del muelle número 3 y que en un instante, antes de poder identificarlo, no lo volvió a ver. Por todo la justicia activó el protocolo de Minessota, el procedimiento que busca evitar que los funcionarios del Estado sospechosos puedan actuar o influir en una investigación.

El intendente de Rosario, Pablo Javkin, dijo durante la mañana en una conferencia de prensa que la clausura es una medida que "es provisoria por el término de 45 días" y que tiene como fin "facilitar al Ministerio Público de la Acusación el avance de la investigación". "La paz se construye con ley y tenemos que ser claros: hay situaciones que no se pueden tolerar más", señaló el funcionario sobre la medida implementada.

En tanto, el fiscal de homicidios dolosos de turno en Rosario a cargo del caso, Patricio Saldutti, adelantó que la autopsia de Orellano se realizará la semana que viene y que para garantizar la transparencia en la causa va a convocar a peritos de la parte querellante.

Mientras tanto, la fiscalía secuestró los celulares de los 12 efectivos de seguridad privada y de los dos policías adicionales, el aparato del dueño de la disco, más las cámaras y computadoras. Y pidió las grabaciones de las cámaras públicas y privadas del 911 y Prefectura, y de la guardería privada lindera al boliche. 

En cuanto a la hipótesis que maneja el padre del joven, Edgardo Orellano, quien sostiene que su hijo fue expulsado a golpes por patovicas de la disco cuando intentó ingresar al VIP de lugar, el fiscal dijo que aún no puede dar precisiones sobre lesiones que pudiera o no pudiera tener el cadáver, ya que requiere el informe de la autopsia.

"La gente del boliche no reconoce ningún problema esa noche", explicó el fiscal en rueda de prensa tras el hallazgo del cadáver y añadió que una de las primeras medidas que ordenó tras la denuncia por averiguación de paradero que radicó la familia Orellano el lunes pasado fue el secuestro de las cámaras de seguridad del local y de la zona.

El abogado de la familia, Salvador Vera, dijo al programa “Zysman 830” por radio LT8 de Rosario que tienen comprobado el incidente dentro del local, y que “la escena violenta con personal de seguridad continuó afuera. Esto comprometería la participación de la gente de seguridad y de dos agentes policiales que prestaban servicios de adicionales. El cuerpo cayó, si fue tirado es una hipótesis. Hay otras hipótesis, como la del descarte del cuerpo en esa zona".