El abogado de la familia de Carlos Orellano, cuyo cuerpo apareció flotando en el río Paraná luego de haber ido a bailar al boliche Ming River, reveló ayer que los dos canes marcaron que la víctima estuvo en distintos sitios de la disco, incluso en lugares que no estaban habilitados esa noche. "El primer perro adiestrado en buscar cadáveres marcó claramente la terraza sur del boliche, y la perra que detecta por olores la presencia de una persona marcó el mismo sector. Eso nos lleva a sospechar que a Carlos lo pudieron haber arrojado en una lengua del río que es el ingreso a la guardería náutica vecina. Por eso mismo pedimos peritar el lugar y levantar rastros", indicó Salvador Vera. El letrado está convencido que de haber caído directamente en el río, el cuerpo debió haber sido arrastrado a una distancia mucho mayor. Los perros además marcaron sitios donde estuvo la víctima que esa noche estaban vedados al público. En tanto en el marco de la investigación judicial, que aún no tiene imputados, hay un capítulo oscuro: dos testigos aseguraron que la madrugada del 24 de febrero estaban pescando en la zona y dicen haber visto a un joven discutiendo con tres personas que pudo haber sido personal de seguridad, pero en ese relato aseguraban que "estaba sin camisa", cuando el cuerpo de Carlos apareció con su camisa jean puesta. Los ocasionales testigos habrían dicho además que el joven habría sido retirado del boliche lindero a Ming. Los sugestivo es que el dúo fue detectado como posibles testigos a las 18  y recién arribaron al Centro de Justicia Penal casi a las 22 . "Fueron cuatro horas que estuvieron con un policía que actúa de chofer para la justicia provincial y que nunca explicó donde los llevó", confesó uno de los abogados consultados por este diario que esperó todo ese tiempo en la sede judicial para escuchar a los dos supuestos testigos directos.    

El abogado Vera destacó que "lo más importante en la investigación es que el cuerpo de Carlos apareció y a partir de la autopsia vamos a poder extraer mucha información". "Felizmente vamos a contar con la presencia de la perito médica Virginia Creimer que nos da mucha tranquilidad a la querella y a la familia porque es experta en Protocolo de Minesotta, por el cual el cuerpo ya ha sido preservado, intacto desde el levantamiento del cuerpo del río. Así que esperemos que toda la autopsia pueda producirse con las debidas garantías del caso".

El abogado también destacó como importante la recopilación de las cámaras y domos de la zona en función de proveer de imágenes que pudieran resultar de interés en la investigación. "Todo este material podrá permitir acceder y visualizar las afueras y el frente del bar pero sobre todo también poder ver el patio trasero del boliche que a nosotros nos interesa sobremanera, porque es el lugar donde el cuerpo de Carlos apareció, donde fue encontrado por los perros que marcaron ese lugar. Este es un lugar muy sugestivo porque si bien tiene conexión con el río, no forma parte directa del canal central". Vera sostiene que "si el cuerpo de Carlos hubiese caído en el canal del río, la correntada tendría una fuerza tal de haberlo arrastrado muy lejos, como ocurrió en otros casos. Esto nos abre la posibilidad de trabajar pensando que el cuerpo de Carlos pudo haber sido fondeado o descartado en otra parte el río, por eso nosotros estamos mirando al patio de atrás del boliche", remarcó el abogado querellante.

Una imagen que determina la ubicación del boliche.

-¿Qué acceso se tiene desde el boliche hacia ese sector, una especie de un brazo de ingreso a un guarderia vecina?

-El boliche tiene pleno acceso a ese lugar desde sus propias instalaciones, tanto por vía aérea,  tiene la posibilidad directa de tirarlo desde arriba, porque tiene un sector que se eleva varios metros desde el pelo de agua y que fue marcado por el primer perro que señaló la zona donde después apareció el cadáver,  o la posibilidad directa de bajar hacia ese lugar. También hay un ingreso náutico al que tienen acceso los socios de la guardería, tenemos que ver eso también, pero desde el boliche en sí mismo hay posibilidades de acceso al lugar sospechado por distintas vías. 

-¿Qué resultado han tenido con las medidas practicadas con perros?

-Los perros han realizado una labor relevante y han confirmado la presencia de Carlos en distintos lugares del boliche en función de la evidencia con la que ya contábamos, y además han marcado la presencia de Carlos dentro del boliche en sectores que no estaban habilitados para el acceso al público esa noche. 

-¿No estaba habilitado todo el boliche esa noche?

-No y esto es relevante en este sentido considerando que tenemos acreditada  la presencia de Carlos en el mismo, tenemos acreditado un incidente dentro del boliche y fuera del mismo, que inicia y se continúa con agentes de seguridad del local, y tenemos el  resultado final que es la muerte de Carlos y su aparición en las aguas del río.  En este sentido viene a ser super relevante la autopsia a los fines de determinar la data y causa de muerte, para saber cómo  falleció Carlos y en qué circunstacias, pero lo cierto es que las últimas personas que interactuaron con la víctima fueron los agentes de seguridad  y en el marco de un altercado que no queda claro y en base a las declaraciones de los propios protagonistas, resultan acabadamente contradictorias. Es una situación que la fiscalía debería analizar en vista a eventualmente tomar una medida cautelar en relación a estas personas, sobre todo considerando la peligrosidad que entraña que son agentes policiales y de seguridad, lo que implica una peligrosidad  terrible, por la posibilidad de intimidación a testigos del incidente que pudiera haber habido en las afueras del boliche. Y además claramente hay una intención de perjudicar el avance de la investigación en función de declaraciones contradictorias y abiertamente falsas, con falta de credibilidad. Creemos que por sus mismas declaraciones que implican haberse puesto en la escena el hecho,  en situación de haber tenido participación en el último momento en que Carlos es visto con vida, nos parece que implica un nivel de responsabilidad que  desde la perspectiva penal es muy seria, y que compromete muchísimo a este personal y a todo el  grupo de  seguridad del boliche.