El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, adelantó que la inflación de febrero estará por debajo del 2 por ciento, lo cual implicaría una nueva desaceleración frente al 2,3 por ciento registrado en enero. Será la primera vez luego de dos años completos que el índice de precios empezará con 1. Estimaciones privadas también lo ubican entre 1,7 y 1,9 por ciento para el mes pasado. El titular del BCRA aseguró que habrá una disminución en el ritmo de aumento de los alimentos, que en el primer mes del año fue muy alto, del 4,7 por ciento. La relativa estabilidad cambiaria junto al congelamiento de tarifas y combustibles, la rebaja de las tasas de interés y el reforzamiento del programa Precios Cuidados explican la desaceleración. El promedio del mercado espera que la inflación anual esté en el orden del 40 por ciento, aunque ese número estará en buena medida determinado por el resultado de la renegociación de la deuda y la consiguiente disponibilidad de divisas para evitar nuevas corridas hacia el dólar y contra el peso.

"Se está trabajando para reducir la inflación inercial, que era el fenómeno dominante en el último tiempo. La inflación ha sido impulsada por las fuertes devaluaciones del gobierno anterior y los fuertes ajustes de tarifas. Y había una inercia inflacionaria. Este tipo de inflación inercial no se resuelve con instrumentos clásicos, como la tasa o el congelamiento de los agregados monetarios, que era la estrategia del gobierno anterior, sino a través de un acuerdo, que es a lo que se ha comenzado a llegar, por caso con Precios Cuidados", dijo el presidente del Central.

Según el Indec, la inflación de enero fue del 2,3 por ciento y el mes pasado habría sido algo menor al 2 por ciento, lo cual implica un acumulado en el primer bimestre de alrededor del 4,3 por ciento. Así, desde noviembre del año pasado, cuando el alza de precios estuvo en 4,3 por ciento, se verifica una desaceleración de la inflación, ya que en diciembre fue del 3,7 por ciento; en enero, del 2,3, y ahora sería inferior al 2 por ciento. Incluso Pesce agregó que "estamos viendo una desaceleración que esperamos que se confirme en marzo. Esto permite la baja de las tasas de interés, el cambio de expectativas y que empiece un proceso de reactivación que todavía no dio señales". El Banco Central, de hecho, redujo este jueves la tasa de referencia de 40 a 38 por ciento, ampliando a 25 puntos porcentuales la disminución desde el recambio de gobierno.

La estimación de Pesce sobre inflación está en línea con los números de consultoras privadas. Elypsis, por ejemplo, calculó para febrero un 1,9 por ciento y Ecolatina, un 2 por ciento. Orlando Ferreres anticipó un 1,9 por ciento y Eco Go, un 1,7 por ciento.

"El principal factor que explica la desaceleración inflacionaria es la decisión política de mantener estáticos los precios de los servicios públicos. Por el momento, esa medida viene siendo soportada por las energéticas, que pudieron hacerse de un amplio colchón de rentabilidad en años anteriores. Lo mismo sucede en combustibles, junto a la moderación en prepagas y comunicación. Por otro lado, hay una política muy moderada por parte del Banco Central, que no da argumento alguno que alimente la expectativa inflacionaria", explicó a este diario Sergio Chouza, economista de la Universidad de Avellaneda. En tanto, Martín Kalos, economista jefe de Elypsis, consideró que "la desaceleración inflacionaria hoy por hoy no es sostenible porque todavía falta saber cómo será la táctica de descongelamiento de precios y cómo se va a ir dando la tasa de actualización del dólar para que no se mantenga planchado". 

La desaceleración de la variación general de precios no se verificó en el rubro de alimentos y bebidas, el más sensible para los hogares. En enero subió 4,7 por ciento, y algunas subcategorías lo hicieron por encima del 10. Ese movimiento se explicó por la reposición del IVA en productos de la canasta básica. Si bien en febrero las alzas fueron menores, se espera que nuevamente el rubro haya quedado por arriba del índice general.