"Demostró una conducta de total desprecio por la vida de sus semejantes, privilegiando intereses profundamente despreciables", reza el fallo que fundamenta la condena a 11 años de prisión contra el ex líder de la barra brava de Newell`s, Diego "Panadero" Ochoa, como instigador del crimen de su antecesor, Roberto "Pimpi" Caminos. Los jueces Edgardo Fertitta, Marisol Usandizaga y Julio Kesuani consideraron que quien fue jefe del paravalanchas desde 2009, hasta que cayó preso en 2013, tuvo una conducta de "abuso de una situación de privilegio y ascendencia respecto de los jóvenes que integraban la hinchada". Incluso, argumentaron que uno de los indicios más relevantes es el de una comunicación telefónica con una mujer a quien Ochoa le dice: "Hoy me cansé, estoy cansado, hasta cuándo voy a seguir aguantando a este mogólico. Dijeron los pibes 'acá es recorta, acá Diego nos da el okey y ustedes no existen más, sabemos dónde vivís, dónde vivís vos...'". Para los jueces, es "una cabal muestra de la verdadera personalidad del imputado, ya que trasunta que no dudaría en darle el okey a los pibes y los otros no existían más. Es casi una confesión, una intimidación que refleja lo que se le achaca en este juicio. O sea, ante una orden suya los pibes actuarían y quien lo enfrentara no existiría más". También mencionaron el vínculo con uno de los ya condenados autores materiales del hecho, Carlos "Betito" Godoy. Y recordaron que un testigo habló de un "festejo".

Hace dos semanas, Ochoa pidió que se lo juzgara como a un ciudadano común. El tribunal votó por la condena, de manera unánime. Para ello se tomó del relato de varios testigos, y concluyeron que "Ochoa frecuentaba fuera de la cancha con los más jóvenes, a quienes podía influir de diversas maneras". El fallo expresa que "Ochoa muestra una faceta que perfila su personalidad. Ante situaciones límite, primero piensa y luego actúa. Ello emerge de la respuesta que dio a la aseveración de su interlocutor (en otra escucha): '...tiempo al tiempo'".

Los magistrados valoran varios de los testimonios contra Ochoa, y destacan uno del que "emerge claramente que en oportunidad de encontrarse (el testigo) en el cantobar Zoe, tuvo acceso a la mesa en la que se encontraban René Ungaro (otro de los condenados como autor material), su hermano Chapita y una persona de pelo lacio, larguito, abajo de los hombros, recién lavado, con camisa blanca y jeans. Al sentarse en la mesa por invitación de estas personas escucha que René dice que 'el Pimpi (Caminos) se deje de romper los huevos porque lo voy a dar vuelta en cualquier momento'; y se reían. Al domingo siguiente, (el testigo relató que) fue a La Tienda y vio llegar a Rene, Chapita y el otro muchacho que había visto con ellos en Zoe. Uno de sus amigos le indica al muchacho como el Panadero Ochoa, el mismo que había cruzado en el canto bar Zoe". En su relato, frente al tribunal, dijo que vio a "Betito y creo que el muchacho acá (por Ochoa)"; y que estaban hablando "de la muerte de Caminos y decían que lo habían matado o que lo iban a matar".

Los fundamentos hablan de un plexo probatorio "de convicción" que "permite aseverar que el cúmulo de indicios en relación a otros elementos, que a la sazón son más directos, tienen íntima relación con el homicidio de Roberto Caminos. Su profunda vinculación entre ellos indica su carácter unívoco y permite superar la posibilidad de la duda que podría existir en el caso, descartando consecuentemente toda teoría exclusivamente subjetiva respecto de lo ocurrido".

En ese sentido, expresaron: "Consideramos que se ha arribado a un estado de certeza razonable sobre la instigación que Diego Ochoa ejerciera sobre Carlos Alberto Godoy, con la finalidad de que éste diera muerte a la víctima". Y señalan que ello se da por acreditado con "la ayuda de Ochoa a Godoy, sin dudas preferencial y diferente a toda otra: entradas periódicas para la venta, camisetas, apoyo anímico, llamadas telefónicas de extensa duración, mensajes de texto, discos de pesas para una mancuerna, y el 'sueldo básico' al que hace referencia Godoy en una intervención telefónica (cuando Godoy desde la cárcel le pregunta "¿cuándo me vas a aumentar el sueldo básico de 1.500?")".

Para los jueces, "se puede deducir que Betito Godoy se encontraba preso por un tema de la cancha. Es decir, un ilícito en el que Ochoa haya inducido a Godoy a cometerlo. Por eso se logra comprender la ayuda continua, permanente, periódica. En este aspecto, se debe memorar la frase de Ochoa a Godoy: '...Yo qué te dije a vos, vos pedime, vos pedime, todo lo que yo te pueda conseguir, te lo voy a dar...'", consta en la escucha telefónica del 16 de febrero de 2013.

La pena fue unificada con una sentencia anterior por el delito de portación ilegítima de arma, a 2 años y 4 meses. En total deberá cumplir 13 años y 4 meses de prisión, aunque el fallo será apelado por la defensa.

Caminos fue asesinado a la salida del bar Ezeiza, de Zeballos y Servando Bayo, el 19 de marzo de 2010. Al año siguiente Carlos "Betito" Godoy y René Ungaro estuvieron sentados en el banquillo y fueron condenados a 11 años de cárcel.