El pasado 7 de marzo fue el Díaz del Hincha de Racing y lo festejé con todo, como todos los Domínguez que juega la Academia. Me puse mi Corbatta celeste y Blanco, unas Botasso Rojas que aunque me hagan un poco Chueco García, me gustan. Unas Gottardi de Perfumo entre las Cejas y salí a buscar a mi novia Teté:

-¿Qué te parece si nos vamos en mi moto Zanetti a la Costas? Ahora que les puse unas llantas Michelini re potentes, llegamos en un Perinetti.

-¿Otra vez hablando con nombres de jugadores de Racing? ¿Cuántos años hace que nos conocemos?

-¿Quatrocchi?

-8 años.

-¿Ochoa ya? Hace Banda.

-Desde que te conozco te la pasás hablando de Racing.

-Mi Teté Quiróz. Si yo te quiero Maschio que a nadie. Te lo juro por el Chango Cárdenas. Sé que no soy un Angelillo, que fui un poco Pillud, lo reconozco, y que a veces me voy por las nubes de Ubeda. Mirá, me pegué un Zavagno, me hice los Rulli y me afeité la Barbas. ¿No me hace más Delgado, no estoy más Medina Bello?

-¿Y por qué te producís tanto? ¿No estarás viendo a esa tal Belén, no?

-No seas Navas. Bastía con eso. Soy Solari para vos. Tu Caballero, tu Galanternik. Zaccanti esa idea. ¿Dónde voy a encontrar a una Mena tan Fuertes, más Balbuena que vos? No me Basile, mi Negri, ni me ponga Barrera, usted Sigali siendo mi único amor… fuera de Racing, claro.

-Igual, yo me hago el Pavón, pero sé que ayer te llamó el Facciutto De Vicente y se te tiró un Lanzidei. No, no me respondas. Me importa un Soto. ¿Te parece que hagamos un Asad de Cordero con Mostaza Merlo? O metemos unos huevos Boyé en el Calderón ¡O mejor pedimos unas Pizzuti y tomamos un rico vino López!

-¡Dale! Yo vino con soda. ¿Traigo las copas?

-Sí, traé las Scopelli. Tengo soda Simes y también Drago.

-Eso sí, no llames a tu amigo Salomón.

-No, pobre, ese Chabay sigue en el Hospital de la calle Carranza, frente a la Iglesias, estuvo Malbernat, con un síntoma Bravo, Luchetti por su Vidal. Por suerte le dieron unas Cvitanich y ahora está Stábile, hecho un Toranzo, pero sigue con un poco de Tossoni.

-Vení, Lito…

-Qué pasa? ¿Ya no me llamás Milito? Dale, dame un Bezombe y vamos a Brindisi por nuestro amor, por la Paz y viva la Capria.

-¿La Patria?

-Sí, eso. ¡Y viva la Academia!