Desde Río Gallegos, Santa Cruz

“Lavandina, alcohol en gel, alcohol etílico, arroz y fideos secos”, son algunos de los productos que más se consumieron durante el primer día de aislamiento social en Río Gallegos, según indicó a Página/12 un trabajador de La Anónima. Las farmacias atendieron con sus puertas cerradas. La nota del día la dio el senador de Cambiemos Eduardo Costa, dueño del HiperTehuelche, un supermercado de la construcción, que obligó a sus empleados a trabajar. El legislador (mal)interpretó que quedaba exceptuado por ser un local de cercanía o una ferretería. Desde el Ministerio de la Producción local lo obligaron a cerrar. En la provincia hay 438 personas que están bajo el monitoreo de las autoridades sanitarias y solo un caso confirmado con Coronavirus (COVID-19).

El aislamiento total fue de menor a mayor. Por la mañana, muches salieron a realizar compras de último momento; la mayoría de los locales comerciales –incluso los que no eran esenciales– arrancaron la jornada con sus puertas abiertas. Luego de una videoconferencia con el Ministerio de Desarrollo Productivo, se afinó la definición de locales de cercanía junto a las autoridades locales. Por la tarde, la situación se ajustó más a los parámetros de un aislamiento total.

El HiperTehuelche es un gran supermercado dedicado a la venta de insumos vinculados a la construcción y ayer estuvo abierto. Sin embargo, y a pesar de que Costa, su propietario, también es senador nacional se transformó en una de las personas que ¿mal interpretó? la condición de su negocio al considerarlo como “comercio de proximidad” y/o “una ferretería” y por eso abrió sus puertas, obligando a sus trabajadores a concurrir a los dos locales que tiene en la ciudad. Tras la intervención y la aclaración del Ministerio de la Producción, cerró sus puertas.

En algunos barrios de la ciudad, conocidos como Belgrano, 58 viviendas o el Procrear, se vio cierto movimiento de vecinos caminando como si nada “anormal” estuviera ocurriendo (el aislamiento obligatorio); incluso, algunas familias llegaron a reunirse en las puertas de sus casas para ¿contemplar? la cuarentena.

Cerca del barrio Procrear, ubicado entre el campus de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y el Autódromo, hay una pista de atletismo; no fueron pocos los que se inventaron una rutina de gimnasia para pasar las horas, hasta que la policía local agudizó los controles, megáfono en mano. Con el correr de las horas, el aislamiento obligatorio se fue extendiendo. Por la tarde, sobre la Ría había un amplio esquema de control con la Prefectura, Gendarmería y la policía local.

“De acuerdo a la cuarentena total, la farmacia atenderá a puertas cerradas”; las personas que salieron de sus casas para hacer alguna compra de último momento esperaron en la vereda, respetando cierta distancia. Lo mismo ocurrió con los supermercados. Tanto en los locales de Carrefour como en La Anónima se llegaron a formar filas de entre 5 y 6 personas en la vereda. Por la tarde, las calles del centro quedaron totalmente vacías.

La provincia tiene un solo caso positivo de Coronavirus, un turista francés que está aislado en el Hospital SAMIC de El Calafate; por otro lado, el Instituto Malbrán informó ayer que dos de las ocho muestras enviadas dieron negativo; las restantes seis también corresponden a El Calafate. A fin de mes llegarán a la provincia los equipos para hacer los testeos localmente. En total hay 438 personas monitoreadas por las autoridades sanitarias.