Luca Singerman, el joven que se subió a un barco junto a otros 423 pasajeros a pesar de manifestar síntomas de coronavirus, finalmente recibió la confirmación de lo que decía desconocer. El test de Covid-19 le dio positivo. Además, este mismo martes, el juez Luis Rodríguez lo indagó en la causa penal que pesa en su contra por la presunta violación del artículo 202 del Código Penal, que prevé penas de 3 a 15 años de prisión para quien "propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas". Singerman negó las acusaciones y no respondió preguntas.

Desde que llegó a la Argentina, está internado, aislado y custodiado en el Sanatorio Agote, desde donde prestó declaración indagatoria, vía teleconferencia. Con el requerimiento de la fiscal Alejandra Mángano, el magistrado le comunicó la imputación. El acusado entregó un escrito y se negó a responder preguntas. En diez días hábiles el juzgado de instrucción 9 --único despacho de Comodoro Py de turno durante la feria judicial sanitaria-- deberá determinar la situación procesal de Singerman, la cual se agravó tras haberse confirmado que padece la enfermedad.

Si bien la indagatoria había sido pedida por la fiscal el viernes pasado y había sido ordenada por el juez el sábado, finalmente se concretó este martes, cuando los/as médicos/as que lo asisten consideraron que estaba en condiciones de salud para hacerlo.

La versión del joven de 21 años es que el pasado jueves se subió al Buquebús sin saber que padecía la enfermedad. Según su abogado, Mariano Cúneo Libarona, Singerman venía de Francia y regresó vía Uruguay sin síntomas. Sin embargo, “por precaución” una vez allí pasó por un hospital de Maldonado, en donde le realizaron el test y luego se embarcó en la ciudad uruguaya de Colonia. En contraposición, la Prefectura Argentina afirmó que presentó síntomas a bordo y que él sabía que la prueba realizada en el país vecino le había dado positivo. Tras el escándalo, Singerman dijo que se había enterado durante el viaje del resultado del estudio. De cualquier manera, se debería haber quedado en cuarentena tras bajar del avión, ya que provenía de uno de los países con circulación del virus, por lo que podía estar infectado y, además, se encontraba dentro de la ventana de contagio.

Singerman tiene coronavirus

Este martes, las autoridades sanitarias de la Ciudad confirmaron el resultado positivo del hisopado, por lo que los más de 400 pasajeros y tripulantes con los que viajó se enfrentan a la posibilidad concreta de haberse contagiado. Según personal de la empresa naviera, el joven se movió libremente por la embarcación durante toda la travesía y estuvo en contacto constante con el resto de las personas a bordo.

Mientras tanto, las autoridades del gobierno porteño afirmaron que lo van a demandar por 700 mil dólares, cifra que --aseguran-- fue el costo del megaoperativo en el puerto de Buenos Aires para aislarlo a él, a todos los pasajeros y a la tripulación; quienes quedaron confinados en tres hoteles diferentes. Todos/as fueron ubicados en habitaciones separadas de los hoteles Escorial, Panamericano y Presidente y se dispuso una consigna policial en los tres edificios, para vigilar que cumplan con la medida de aislamiento. Según informó en las últimas horas el Ministerio de Salud porteño, 47 de ellos permanecen en el Hotel Panamericano, con el seguimiento del equipo epidemiológico de la Cartera que conduce Fernán Quirós, desde donde aclararon que "ninguno presentó síntomas".

En tanto, las restantes 357 personas ya fueron trasladadas a sus domicilios para que continúen con el aislamiento total y con un seguimiento diario de las autoridades sanitarias de cada jurisdicción.