En Córdoba, los integrantes de una familia estuvieron “marcados, amenazados y para nada acompañados” luego de que una mujer hiciera correr por el chat vecinal el rumor de que uno de ellos, que había sido trasladado al hospital por una úlcera, había dado positivo por covid-19, algo que desató una semana de amenazas y hostigamiento. La familia, radicada hace cinco años en el barrio Nuevo Poeta Lugones, llegó a recibir llamados nocturnos para anunciar que prenderían fuego la casa con ellos adentro. José Luis Flores y Romina Del Giudice radicaron denuncia ante la Unidad Judicial 22, de Córdoba capital.

“Estamos procurando individualizar a las personas, luego de que este señor hiciera una denuncia. Estamos procurando hacer todas las averiguaciones para determinar quiénes fueron los autores de las amenazas”, informó el fiscal Pedro Caballero, a cargo del Distrito 2, Turno 3.

“Nosotros no queremos nada, plata, nada, simplemente queremos que esta persona, que empezó el rumor, se retracte de lo que ha dicho y ya está para que no vuelva a ocurrir esto. Para que se ayude a la gente en el caso que tenga el coronavirus, no que se la destruya emocionalmente. Es solo eso lo que queremos”, detalló Del Giudice en diálogo con Página/12.

“Ni siquiera nos animábamos a salir a comprar alimento”, escribió Flores en su perfil de Facebook, en un posteo que acompañó con la foto de los resultados médicos, que certificaron que dio negativo a covid-19. “Tuve que luchar contra un enemigo invisible como dice el presidente Alberto Fernández: el prejuicio, la discriminación y el miedo en primera persona”, añadió. Flores también pidió a sus vecinos que “tengan a bien revisar su actitud por una cuestión de mejor convivencia. Si es como dicen que al coronavirus lo vencemos entre todos, al prejuicio también (…) si no, por más vacuna que encuentren, si no dejamos de cometer este tipo de actos, todo es en vano.”


Rumor sobre rumor

La situación escaló a un punto tal que, cuando al lugar llegó un patrullero a pedido de la familia, atemorizada por las amenazas, por WhatsApp los vecinos distribuyeron otro rumor: que la consigna estaba para evitar que la familia saliera a la calle. Por lo sucedido, ahora la justicia está investigando los audios que circularon y las amenazas que recibió la familia.

“Estaban todos especulando con el resultado. No pasó a mayores porque el análisis de coronavirus dio negativo y mostramos el resultado, ¿pero si daba positivo? ¿Y si esto le pasaba a gente más grande, a personas de 80 años? Del disgusto los matan. Nosotros tenemos 39 y 37 años, pero mis hijos tienen 8 años, lo vivieron muy mal”, contó a este diario Del Giudice.


Crónica de una paranoia colectiva

La pesadilla comenzó el jueves de la semana pasada, luego de que una ambulancia llegó a una casa del barrio Nuevo Poeta Lugones para atender a José Luis Flores. Dos semanas atrás, Flores había regresado de Uruguay, adonde había viajado por cuestiones laborales. El miércoles por la noche, contó Del Giudice, “se empezó a encontrar mal, pasó toda la noche sin dormir, con febricula, mucha tos, dolor de garganta, vómitos con sangre”. Era la primera vez que le pasaba algo así, añadió la mujer, quien recordó que cuando Flores regresó de Uruguay “todavía no estaba la cuarentena, no había casos en Uruguay ni acá. Recién empezábamos con todo esto”.

El médico que fue a domicilio resolvió trasladarlo al hospital Rawson, donde le realizaron estudios por un malestar que resultó úlcera. De todos modos, como algunos síntomas podían ser compatibles con los del covid-19, los médicos le realizaron un hisopado para testearlo por coronavirus. El resultado, que dio negativo, demoraba unos días, pero hasta entonces los médicos indicaron a Flores que regresara a su casa, y le aseguraron que no debía preocuparse ni tomar precauciones especiales.

Al regresar del hospital, en el grupo de Whatsapp del barrio comenzó a circular el rumor de que Flores no respetaba “la ley de la prevención (sic) y anduvo por todos lados y empezaron sus síntomas”. Entonces empezaron las amenazas. “Tienen que cuidarse todos”, decía el audio, que, al igual que varias de las amenazas enviadas y a las que tuvo acceso este diario, subrayaba especialmente que Flores es de origen venezolano. El rumor detallaba en qué hospital había sido atendido el hombre y cuáles eran sus síntomas; también informaba el domicilio de la familia y que Flores habia regresado de viaje dos semanas antes. "Me entero porque el (teléfono) 107 es el que pasa el parte", añadía.

Una de las amenazas, realizada al teléfono fijo, llegó a advertir a Flores: “no te duermas que hoy te prendemos fuego”. En otros llamados, realizados a los celulares de la familia, amenazaron con pintar el frente de la casa y también el del restaurante en el que el trabaja su hermano. El audio que echó a rodar el rumor de la falsa transmisión del coronavirus también ponía en pie de guerra al barrio entero: aseguraba que el comisario había pedido “que lo controlemos entre los vecinos porque no está acatando la orden” y añadía “ya están informados de que si no respetan van a ser detenidos toda la familia, así que por favor colaboremos en esto porque es grave”.

Nada de todo eso era cierto.