En el marco de la emergencia sanitaria, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, resolvió la incorporación de médicos jubilados y retirados para el sistema sanitario estatal, con el objetivo de aumentar la planta de profesionales de la salud que eventualmente se necesitará ante un aumento de la demanda de atención por la pandemia de coronavirus. También fue ordenado un incremento en el Sistema Alimentario Escolar (SAE) y fueron sumados los maestros que integran el Programa de Incorporación Especial de Docentes y Auxiliares Suplentes.

"Dentro de esta situación tan inesperada e insólita, tremenda en todo el planeta, me enorgullece haber resuelto que puede cesar todo menos el Estado", dijo Kicillof al presentar las medidas junto a las ministras de Desarrollo, Fernanda Raverta, y de Educación y Cultura, Agustina Vila. El gobernador destacó que más de 1 millón 700 mil son las ayudas prestadas diariamente en materia alimentaria y ratificó que esa cifra se mantiene. La administración provincial destinó desde que se dispuso el aislamiento social unos 1500 millones de pesos más para reforzar la compra de alimentos en todo el territorio bonaerense.

"En la provincia de Buenos Aires estamos supliendo la falta de conectividad con material impreso, y sumanos a 27 mil maestros, maestras y auxiliares son suplentes a este beneficio, que es cobrar los 10.230 pesos", agregó el gobernador. Se les va a pedir tareas en un momento de cambio de formato, con el objetivo de no interrumpir el proceso educativo.

En el área sanitaria, el gobernador advirtió en el decreto 213/20 que la “rápida propagación de la pandemia supone un riesgo para la salud pública y exige una respuesta inmediata y coordinada para contener la enfermedad e interrumpir la propagación y el contagio”. Así, convocó a médicos jubilados y agentes de salud que estén bajo retiro voluntario a sumarse a la atención sanitaria, a través de un “régimen de compatibilidad”, de manera tal que no se afecten los ingresos que ya perciben esos profesionales.

En este sentido, el decreto deja claro que la labor para la cual se los convoca “no afectará la normal y habitual percepción íntegra de los haberes jubilatorios” y aclara que se le sumará “una remuneración mensual” que recibirán de manera conjunta con los haberes.

El objetivo es que, ante la posibilidad de un aumento de contagios del Covid-19, el Estado provincial tenga una capacidad de respuesta sanitaria acorde a la demanda y pueda coordinar esfuerzos para cubrir el sistema de salud.

El decreto destaca que la Provincia “dispone de una gran cantidad de beneficiarios del sistema previsional que cuentan con formación y experiencia útil para optimizar aspectos de planificación, técnico-funcionales y demás aportes de gestión que coadyuven a la eficacia de acciones estatales en esta materia”.

Además, el decreto recuerda que el Poder Ejecutivo facultó al Ministerio de Salud bonaerense a disponer todas las medidas necesarias y de reorganización del personal que la situación de emergencia por el coronavirus amerite.