El hacker portugués Rui Pinto, quien revelara los escándalos denominados como Football Leaks y Luanda Leaks, abandonó este miércoles la prisión donde estaba preventivamente desde hace un año y pasará a vivir bajo custodia de la Policía Judicial lusa.

La defensa de Pinto informó de que el denunciante "se encuentra ahora sujeto a la medida de obligación de permanencia residencial, con la prohibición de acceso a internet, bajo responsabilidad de la Policía Judicial", informó el cuerpo de abogados del hacker a la agencia española EFE.

Así las cosas, Pinto vivirá en unas instalaciones de la Policía Judicial bajo arresto domiciliario después de llegar a un acuerdo para colaborar con la justicia y desencriptar varios discos duros con información que fueron secuestrados por las autoridades.

La defensa del luso "confía en que otros pasos serán dados en sentido de la total libertad de su defendido, cuyas revelaciones contribuyeron mucho al combate de la gran criminalidad, principalmente de delitos económicos".

Pinto estaba en prisión preventiva desde el 22 de marzo de 2019, después de ser extraditado por Hungría -donde vivía-, por la divulgación de los documentos del escándalo Football Leaks en 2015, que reveló corrupción e irregularidades en el mundo de ese deporte, incluyendo numerosos casos de evasión impositiva con estrellas como Cristiano Ronaldo, por ejemplo.

Por este caso, está a la espera de ser juzgado por 90 delitos: 68 de acceso indebido, 14 de violación de correspondencia, seis de acceso ilegítimo, uno de sabotaje informático y otro de intento de extorsión.

Cuando estaba en prisión, el pasado mes de enero, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación hizo público el escándalo Luanda Leaks, que integra más de 700.000 archivos que detallan los supuestos esquemas utilizados por la empresaria angoleña Isabel Dos Santos para desviar dinero público de Angola a paraísos fiscales.

Los archivos fueron proporcionados por Pinto, según confirmó él mismo desde la cárcel, donde avisó de que "aún hay mucho que los portugueses merecen saber". Las autoridades lusas tienen en su poder discos duros del hacker con información encriptada a la que todavía no han podido acceder y la defensa de Pinto insistió en que estaba dispuesto a llegar a un acuerdo con la Policía para colaborar con la Justicia.