“La industria de la música será una de las últimas en recuperarse de esta crisis y miles de familias viven de ella”. Con esa frase, que pone de manifiesto el panorama desolador que enfrentan los trabajadores de la cultura, se inicia el comunicado que circula desde hoy bajo el hashtag #somosmusica. Se trata de una iniciativa que incluye a más de medio centenar de oficios y profesiones ligadas al arte y que se encuentran paralizados. Desde agentes de prensa, artistas y compositores hasta personal de estructuras, acreditaciones y puestos de snacks, pasando por discográficas, estudios de grabación, locutores, salas de ensayo y productores. Reunidos bajo esa consigna, también abren algunas líneas de acción que permitan sostener la cultura en medio de la pandemia.

“No sabemos cuándo recuperaremos nuestra actividad en su totalidad. Por favor, no devuelvas tus tickets, escuchá música nacional en streaming, dale play a los videos, comprá singles de manera digital, difundí los comunicados con novedades y todo lo que puedas aportar para que no se apague”, proponen en el comunicado, que en su extensa lista incluye además a distribuidoras, fotógrafos, catering, fabricantes de instrumentos, seguridad, limpieza, tiendas de discos y de instrumentos, ticketeras y ambulancias. “Y esto es solo nombrar algunos…”, finalizan, destacando la imposibilidad de mencionar a cada uno de los incontables trabajos que conforman ese universo muchas veces invisible que crece en torno al arte y la cultura.

“La idea es buscar la forma en que no se corte la cadena, pequeños aportes que pueden ayudar un montón. Y eso lo pensamos porque todos somos música. Desde el chofer de la combi hasta los artistas”, asegura la periodista Florencia Mauro, quien apuntaló la iniciativa. Luego de ver que algunas colegas de España habían lanzado esa campaña, pensó que podía funcionar también en Argentina. Comenzó a difundirla a través de sus grupos de WhatsApp, en conjunto con la Asociación Argentina de Agentes de Prensa –que hoy cuenta con más de 300 miembros–, y vieron cómo se replicaba el mensaje mucho más allá de lo que esperaban.

“La salud, los alimentos, son la prioridad. Pero el bienestar de las personas también aparece con la cultura. La música también es vida. Entonces hay que cuidarla para que pueda seguir generando. Hoy los artistas están a disposición, vía streaming. La música está acompañando la cuarentena y nosotros necesitamos que nos acompañen también”, señala Florencia Mauro. Acompañando esa línea, Celina Cassi, agente de prensa que forma parte de la asociación, destaca la fragilidad de un trabajo que hoy no cuenta con ningún espacio sindical. “Nos empezamos a juntar en 2016, para profesionalizarnos. Y hoy esa necesidad se volvió completamente vital. Necesitamos pensar juntos acciones a corto y mediano plazo que acompañen las medidas del gobierno”.

Dentro de la incertidumbre en la que se encuentran, los trabajadores y trabajadoras de la cultura creen –en el mejor de los casos– que recién en septiembre se podrán volver a realizar espectáculos con público. “Y será con suerte una reactivación paulatina”, señala Cassi. “Los shows en vivo son la pata más fuerte que alimenta a la industria. Hablar de dinero hoy es difícil porque las prioridades son otras y el arte pasa a ser casi un artículo de lujo. Pero también hay una parte del público que sigue teniendo ingresos y una realidad más estable desde lo económico, y pueden ser quienes también den un aporte para sostener la cultura. Hay opciones de pagar a la gorra por un espectáculo, por ejemplo. Estamos buscando todas las soluciones y los caminos posibles para que no se nos venga todo abajo. Tenemos que poner en marcha urgentemente una cadena de reactivación”.