El área de fundición del Astillero Río Santiago muestra por estos días una postal inusual: filas interminables de camas ortopédicas recién reparadas y pintadas, listas para ser entregadas en hospitales de campaña que las demanden ante un eventual pico de contagios de coronavirus. “Tratamos de dar una mano al sistema sanitario ante la emergencia”, explica Fabián Bentancour, trabajador y delegado de ATE Ensenada, en referencia a las 500 camas abandonadas y semidestruidas que rescataron de depósitos del PAMI, de las cuales ya pusieron 160 en condiciones.

“Tenemos el privilegio y el orgullo de contribuir con la comunidad en tiempos de crisis mundial”, informaron por las redes los trabajadores del astillero, que ayer recibieron la visita de autoridades para observar los trabajos. De la recorrida participaron el ministro de Producción, Ciencia e Innovación tecnológica bonaerense Augusto Costa, la directora ejecutiva de PAMI, Luana Volnovich, su segundo Martín Rodríguez, el intendente de Ensenada, Mario Secco, el presidente del Ente Administrador del Astillero Río Santiago, Ariel Basteiro, y miembros de la comisión directiva de ATE Ensenada.

“A partir del convenio entre PAMI y el astillero retiramos las camas de un depósito de Lanús y otro de San Justo, se las separó según su estado y se empezó a trabajar desde distintas áreas”, relata Bentancour y menciona caldería, pintura y electromecánica, donde se reparan los sistemas hidráulicos de las camas. “Habrá unos cincuenta compañeros trabajando en las camas y todos los días se agregan otros”, apunta. “Algunas hubo que rearmarlas directamente. Por el abandono muchas no tenían respaldo o cabecera, eso lo fabricamos en mi sector”, dice en referencia a chapa fina, donde es delegado. “Somos ocho nomás, para no estar aglomerados y cuidarnos entre nosotros”, aclara.

En PAMI estamos comprando camas pero además nos parecía que había que dar uso a éstas que estaban abandonadas. El trabajo de los operarios del astillero nos permite complementar esas compras que hacemos como institución. Es una tarea inmensa y gracias a ellos el hospital de Ensenada ya tiene camas reparadas”, expresó Volnovich tras la recorrida. “Es un orgullo que el Astillero Río Santiago sea parte de las respuestas que están dando el Estado nacional, el provincial y los municipios a la pandemia”, indicó por su parte el ministro Costa. Basteiro se mostró orgulloso porque “el astillero más grande del país hoy pone toda su capacidad instalada al servicio de la comunidad, para contrarrestar los efectos de este virus, destacando una vez más el rol protagónico y la responsabilidad ciudadana de todas y todos sus trabajadores".

Las camas que se reparan en la fábrica naval estaban arrumbadas y abandonadas en las unidades de gestión local (UGL) del PAMI en las localidades bonaerenses de Lanús, La Matanza y San Martín, informó el organismo, que tiene previsto destinar un centenar al municipio de Ensenada y el resto a los de Quilmes y Morón. Los obreros calificados del astillero repararon una primera tanda de 160 que se destinarán a hospitales de campaña y dispositivos sanitarios que se están creando para enfrentar la pandemia, agregó en un comunicado. Esta tanda de camas hospitalarias se suma a la que el Grupo de Artillería 10 le entregó a la UGL de Junín y a las acondicionadas por internos del penal de Bahía Blanca.

Los trabajadores del astillero también aportaron su trabajo en hospitales de La Plata en los últimos días. “En un marco de colaboración que tiene como objetivo poner toda la capacidad productiva al servicio de la comunidad, cuadrillas de trabajadores del astillero realizaron tareas de refacción y mantenimiento en los hospitales interzonales San Martín y Rossi”, informó Basteiro. Unos sesenta obreros “desmantelaron estructuras de acero de grandes dimensiones y reacondicionaron espacios para ser destinados a una sala de terapia intermedia y una ampliación de la sala de terapia intensiva”, agregó.

“El astillero está abocado a la emergencia sanitaria, brindando apoyo para enfrentar la pandemia”, añade Bentancour. “A partir de la cuarentena se siguió operando con una guardia mínima de trabajadores pero después del acuerdo con el PAMI hemos ido reincorporando compañeros”, cuenta, y calcula que necesitarán otras tres semanas para completar las reparaciones en las 500 camas que recibieron. “Hay también muchos compañeros solidarios que están preparando viandas y participando de ollas populares en Berisso, y otros haciendo tareas de desinfección en cajeros, todo eso por fuera del astillero”, concluye.