El Parlamento británico reanudó hoy sus actividades de forma remota por primera vez en su historia, en medio de la crisis por la pandemia del coronavirus que, en el Reino Unido, ya se cobró la vida de más de 17 mil personas. La salvedad es que no podrá haber más de 50 parlamentarios físicamente presentes dentro de la Cámara de los Comunes, un recinto con capacidad para 650 miembros del Parlamento.

De acuerdo con lo previsto, las sesiones comenzarán con la participación de 120 parlamentarios online, cifra que se aumentará de manera progresiva para no saturar el sistema. El resto de los representantes usarán un enlace de la plataforma Zoom, y podrán participar de las sesiones en las que comparecerán los ministros del gobierno de Boris Johnson. 

Para habilitar esta modalidad, el Parlamento primero votará una moción que autorice nuevos procedimientos de validación. Tanto los legisladores como la mayoría del personal parlamentario fueron licenciados a fines de marzo, como parte de las medidas de confinamiento impuesta con el objetivo de frenar la propagación del coronavirus.

El presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, sin embargo, advirtió que todos los involucrados debían estar preparados para afrontar dificultades en las sesiones virtuales.

"Todo puede salir mal" anticipó, en relación a la posibilidad de que se interrumpiera la comunicación y la imagen de los legisladores quedara congelada o la eventual presencia de sus familiares interfiriera sus discursos. 

"Tenemos que estar preparados para que todo salga mal. Creo que lo sabes mejor que yo, que las cosas salen mal en internet", reconoció Hoyle frente al periodista Nick Ferrari, de la emisora radial británica LBC.

"Les estoy diciendo a los miembros del Parlamento que contemplen lo que hay detrás de ellos. Sé que en algún momento veremos a niños deambular detrás de las cámaras. Todos estos son nuevos desafíos para todos nosotros", destacó.

Hoyle recordó que durante una reunión virtual importante la semana pasada, antes de la cual había cerrado la puerta de la habitación desde la cual hablaba para no sufrir interferencias, su gato entró por la ventana.

En otro orden, sugirió que los legisladores apliquen las mismas reglas de etiqueta que cuando asisten a la Cámara. A su vez, dijo estar  preocupado por los pantalones cortos de color rosa que suele usar ​​uno de los miembros. 

El Palacio de Westminster, sede del Parlamento, había quedado en cuarentena total luego que se confirmara que el propio primer ministro Johnson, también miembro de la Cámara de los Comunes, había contraído el coronavirus.