El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, envió anoche a los presidentes de bloque el borrador de la resolución que habilitará las sesiones virtuales a través de una aplicación para superar la parálisis legislativa a la que la pandemia de coronavirus obligó al cuerpo.

El Presidente de la Nación está habilitado por la Constitución Nacional a dictar decretos “cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios para la sanción de las leyes y no se trate de normas penales, tributarias o electorales”. Sin embargo, no está previsto en ningún lugar qué pasa cuando sucede la situación inversa, es decir, “cuando es el Congreso Federal el que por causas de fuerza mayor o circunstancias excepcionales no puede reunirse”, como ahora.

Hace algunas semanas, la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, había solicitado a la Corte Suprema que se pronuncie sobre la viabilidad de que, en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige en el país desde hace poco más de un mes, la Cámara Alta lleve a cabo debates virtuales. Una presentación que tuvo dictamen en contra   del procurador interino Eduardo Casal y que ayer apuntalaron ese pedido de "declaración de certeza" los legisladores del bloque del Frente de Todos. Massa adhirió al planteo, pero avanzó, en paralelo con una resolución que haga lo propio hacia el interior de Diputados.

El anteproyecto que elaboró y puso en consulta con las autoridades de los diferentes bloques, entonces, propone reemplazar la sala de sesiones de la Cámara Baja “mediante una plataforma telemática que asegure la asistencia e identidad de las diputadas y los diputados, la difusión pública de los debates y las votaciones” como una manera de devolverle al recinto el momento de debate legislativo. Sobre todo, de leyes vinculadas a materia penal o tributaria que son las áreas en las que el Poder Ejecutivo no puede regular a través de decretos de necesidad y urgencia.

“El estado de necesidad en el marco del derecho de emergencia amerita y justifica que el Congreso Legislativo adopte las decisiones pertinentes en materia penal o tributaria y en las demás contempladas en sus poderes implícitos”, fundamenta el documento que desde anoche tienen las cabezas de bloque.

El borrador, que fue acompañado "de un memo explicativo y un video de funcionamiento de la App que se aplicará en una computadora encriptada que tendrá cada diputado".

Para poder utilizar la aplicación en la que sucederán los debates, cada diputado y diputada deberá ingresar con un usuario y contraseña y luego de atravesar un proceso de chequeo biométrico instantáneo proporcionado por el Registro Nacional de las Personas (ReNaPer). Según el video explicativo que proporcionó Presidencia de la Cámara de Diputados, cada legislador “podrá visualizar una ficha con sus datos personales, la orden del día y el hemiciclo virtual donde se verán registrados el resto de diputades”. En esa misma plataforma se lleva a cabo la votación, “garantizando la identidad de todos los participantes y clarificando su voto”, concluye.

Desde Juntos por el Cambio, principal bancada opositora, señalaron que estudiarán durante el día y en detalle la propuesta, "sobre todo en lo referido a las cuestiones de seguridad del sistema y a la eficacia del mismo para usarlo por varias horas". En ese sentido, desde el entorno de Massa, señalaron que se implementará un convenio con ARSAT a través del cual se ejecutarán una serie de tests para descartar que existan vulnerabilidades en el sistema; una encriptación para garantizar la seguridad y que permitirá que los datos sean alojados en un data center propio con estándar de calidad.

En tanto, diputados opositores advirtieron que para poder introducir la metodología de las sesiones virtuales "haría falta una modificación del reglamento que sí o sí debe ser avalada en una sesión, ya que no es algo que pueda hacer el presidente de la Cámara a través de una resolución". Desde otras bancadas de la oposición, no obstante, dicen que esto último se podría hacer a través de un acuerdo político rubricado por todos los bloques de la Cámara.

El debate en el recinto es una de las pocas cosas que la imposibilidad de reunirse debido a las medidas preventivas para evitar la propagación de la covid-19 mantiene paralizadas en la vida legislativa de la Cámara de Diputados. De hecho, la virtualidad permitió reuniones de comisiones mediante teleconferencias, que “son un canal de comunicación directa con representantes del Gabinete nacional”, informaron desde el cuerpo. En tres semanas pasaron 12 funcionarios por esas reuniones.