Desde España

España ya tiene una fecha en el calendario para recuperar una cierta normalidad. Será, si todo marcha según las previsiones más optimistas, el 24 de junio. Ese día terminará la tercera y última fase de la hoja de ruta marcada por el Gobierno, que señala tres fases diferentes para la recuperación de la actividad económica, social y cultural de un país que lleva encerrado desde el 14 de marzo.

El plan de salida del estado de alarma declarado ese día para contener una pandemia que ya se ha cobrado más de 23.000 vidas, fija tres etapas de normalización, con un punto de partida denominado 'fase cero' y un punto de llegada considerado de “nueva normalidad” del que Pedro Sánchez ha advertido que sólo se saldrá una vez que exista vacuna o tratamiento terapéutico para el Covid-19.

La 'desescalada', según el término acuñado por el presidente del Gobierno, será progresiva y asimétrica según la situación sanitaria de cada provincia. Empezará el sábado con las salidas de mayores y deportistas, aunque el inicio oficial será el lunes con una medida muy tímida: la reapertura de locales comerciales con cita previa.

Las fases fijan una retirada gradual de restricciones. Así, los restaurantes comenzarán en la fase cero solamente con servicio de comidas para llevar; en la siguiente, podrán instalar mesas al aire libre, en la fase dos estarán autorizados a abrir los locales interiores a un tercio de su capacidad, y en la tercera y última, al 50 por ciento. Criterios similares se irán aplicando en todas las actividades económicas, sociales y culturales.

A partir del lunes todos los territorios partirán de la fase cero, con excepción de algunas pequeñas islas a las que ya se considera en la primera etapa. Irán saltando a la siguiente fase siempre y cuando su situación sanitaria así lo permita. Se ha establecido que cada una de las fases tenga una duración de 15 días y el grueso del territorio no entrará en la primera hasta el 11 de mayo. Todo el proceso durará entre seis y ocho semanas.

Cada quince días, el Ministerio de Sanidad valorará la evolución de la pandemia en cada una de las provincias y el estado de su sistema sanitario y decidirá qué territorios pasan a la siguiente etapa.

En un intento por atenuar la controversia que seguramente se producirá en un país en el que las tensiones territoriales forman una parte sustancial de su vida política, Sánchez se preocupó en destacar que el pase de una fase a otra en cada provincia se decidirá según parámetros objetivos que tendrán en cuenta cuatro parámetros: las capacidades estratégicas del sistema sanitario, la situación epidemiológica en la zona. las medidas de protección colectiva en el trabajo, el comercio y el transporte público, y los os datos de movilidad y socioeconómicos.

Pasar de una fase a otra supondrá la eliminación gradual de medidas restrictivas, aunque algunas seguirán en vigor durante un periodo aún indeterminado. Todavía no hay fecha ni para permitir la movilidad sin restricciones, ni para la apertura de las fronteras exteriores , ni para el restablecimiento del tráfico aéreo.

El curso escolar, que debía acabar a finales de junio con el comienzo del verano, ya se ha dado por concluido y no volverá hasta septiembre.

En un país cuyo Producto Bruto Interno depende en un 14 por ciento del turismo, una de las grandes incógnitas residía en cuándo se volvería a retomar esa actividad. El calendario fijado por el Gobierno es un buen ejemplo de la prudencia gradual con que el ejecutivo de Sánchez ha elegido actuar pese a la presión de los sectores empresariales para acortar los plazos y recuperar la actividad económica cuanto antes. Los hoteles podrán abrir sin zonas comunes en la primera fase, pero el público no podrá volver a las playas hasta la tercera, en el mejor de los casos dentro de dos meses.

Según el calendario previsto, el teletrabajo se mantendrá en todas las actividades en las que sea posible hasta mediados de junio. Seguirá prohibido salir de la provincia de residencia, al menos, hasta dentro de seis semanas y siempre entre provincias que se encuentren en una misma fase del proceso.

En el fútbol, otra cuestión que preocupa a los españoles, también se aplicará la normalización por etapas. Entrenamientos individuales en la fase cero, es decir, desde el próximo lunes; entrenamientos grupales dos semanas después, y ya en la fase dos, partidos a puerta cerrada. El regreso del público a los estadios no está todavía previsto, ni siquiera cuando se llegue, dentro de dos meses, a la “nueva normalidad”.