Las desfavorables condiciones meteorológicas, que desaconsejaban el aterrizaje en esas circunstancias, serían la causa principal del accidente del avión sanitario privado que se estrelló en Esquel. En el accidente fallecieron el cardiólogo Ramiro Federico Bassi, de 44 años, y el enfermero Patricio Walmsley, quienes habían viajado para trasladar a Buenos Aires a una niña que necesitaba una consulta de urgencia en una clínica porteña. El piloto del avión, Mariano Latorre, de 44 años, y el copiloto, Martín Gamboa Copi, de 34, se encuentran internados en “estado crítico” y el primero iba a ser trasladado a la Ciudad de Buenos Aires para su atención.

Las cuatro personas que iban en el avión trabajaban para la empresa MD Fly, una compañía que brinda servicios de Ambulancias Aéreas y Escolta Médica en el país desde 1995.

El médico Bassi y el enfermero Walmsley, las dos víctimas mortales en la tragedia aérea de Esquel, eran reconocidas en la aeroevacuación por sus colegas y por su entrega profesional. “Padre, médico cardiólogo, aeroevacuador y buzo. Me gustan el tenis y viajar. Escucho a Bruce Springsteen y a Billy Joel”, así se definía Bassi en su cuenta de Twitter.

Sebastián Bassi, hermano del médico fallecido, declaró que “era algo frecuente” que realizara este tipo de viajes y que “había semanas en las que iba a tres o cuatro lugares”. Contó que el martes “estuvo de guardia” y por eso tuvo que hacer el viaje a Esquel. “Hablamos por Zoom el 3 de mayo porque fue el cumpleaños de mi mamá, porque estamos todos separados en distintos lugares y después mandó un mensaje justo antes de salir diciendo que se iba a Esquel”.

Cardiólogo de la Unidad Coronaria del Sanatorio Modelo de Quilmes y del Hospital Argerich, se había graduado en Evacuación Aeromédica en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial. Por su parte, el enfermero Patricio Walmsley era también un experto en evacuaciones médicas aéreas, tanto en el país como en el exterior. El piloto Mariano Latorre es hijo del dueño de la compañía.

El accidente se produjo cuando estaban llegando a la cabecera del aeropuerto de Esquel. Los testigos dijeron que se escuchó una explosión y que el Learjet 35, matrícula LV-BXU se estrelló y luego se incendió. Los dos profesionales de la salud murieron en el acto, mientras que el piloto y el copiloto fueron internados en el Hospital Zonal de Esquel.

El director del centro asistencial, Sergio Cardozo, informó que los heridos “fueron intervenidos en quirófano y luego pasaron a terapia intensiva”. Precisó que “Gamboa presenta quemaduras en el 50 por ciento del cuerpo, además de un traumatismo de tórax, fractura esternal, contusión pulmonar y un hematoma en la zona intestinal, mientras Latorre sufrió una fractura esternal y una contusión pulmonar”. Los dos se encontraban “en estado crítico”.

La investigación del accidente está en manos del juez federal Guido Otranto y en la causa también intervienen la Policía de Seguridad Aeroportuaria, a cargo de José Glinski. El director provincial de Defensa Civil, José Mazzei, confirmó que el piloto del avión estaba siendo trasladado a Buenos Aires, para su atención en una clínica porteña, pero aclaró que Gamboa Copi “no está en condiciones de ser trasladado”. También dijo que fue llevada a la Ciudad de Buenos Aires la niña, que padece un problema cardíaco y que estaba esperando en el aeropuerto local, con sus familiares, cuando ocurrió el accidente.

Mazzei, que se trasladó a Esquel desde la capital provincial por el accidente, sostuvo ante los medios locales que la posible causa fue que al momento de ocurrida la tragedia “el pronóstico meteorológico era complicado, había un banco de niebla importante. El propietario de la empresa decía que habían tenido comunicación con el vuelo, instantes antes tenían a la vista el aeropuerto, pero en un momento dejó de estar a la vista”, según la información recibida por el funcionario de parte del propietario de la compañía.

Especialistas de la Junta de Seguridad del Transporte viajaron a Esquel, para iniciar los trabajos de investigación del accidente del avión sanitario.

El aeropuerto de Esquel Brigadier General Antonio Parodi no tiene actividad comercial desde que se declaró la pandemia de coronavirus, salvo algunas excepciones y vuelos especiales para el regreso de los residentes en Chubut que quedaron varados por la cuarentena.