El gobierno de Francia ordenó retirar la Orden Nacional del Mérito de ese país al ex marino Ricardo Cavallo, condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en la ESMA. La había recibido en 1985, luego de tres años como agregado naval en la embajada argentina en París. El reclamo lo impulsaron sobrevivientes de ese centro clandestino y lo formalizó el gobierno de Alberto Fernández durante su visita oficial de febrero. El canciller Felipe Solá difundió anoche un mensaje de agradecimiento al presidente Emmanuel Macron y destacó el “compromiso” de “seguir construyendo memoria, verdad y justicia”. “Le devolvimos la centralidad a los derechos humanos”, celebró la ministra de Justicia, Marcela Losardo.

“Como sobrevivientes del horror, exigimos saber si este vergonzoso reconocimiento sigue vigente y de ser así solicitamos al gobierno francés el inmediato retiro para saldar definitivamente este oscuro episodio en la relación entre nuestros países”, reclamó en enero pasado un grupo de sobrevivientes. “Quienes sufrimos en nuestro propio cuerpo su perversión, violencia y cinismo no podemos evitar el asombro al enterarnos de la distinción otorgada a semejante criminal”, destacaron. El comunicado que firmaron Víctor Basterra, Miriam Lewin y Lila Pastoriza, además de testigos y querellantes, acompañaba una denuncia de Juan Gasparini, quien también estuvo cautivo en la ESMA y reveló la existencia de la condecoración. El periodista radicado en Suiza había conseguido en 2010 que el ex ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, reconociera que el represor había recibido esa distinción.

El 5 de febrero, durante una visita oficial a Francia, donde el presidente y parte del gabinete se reunieron con dirigentes de organismos radicados en Italia, la ministra Losardo hizo propio el reclamo y formalizó ante su par francesa Nicole Belloubet una solicitud de “remoción” de la distinción. Luego informó que la funcionaria francesa se comprometió a elevar el planteo a Macron. Solá, por su parte, le transmitió el pedido a su colega francés Jean-Yves Le Drian y se comprometió a seguir el tema para cerrar un episodio que “contradice la tradición de valores democráticos y respeto a los derechos humanos”.

El decreto que finalmente firmaron Macron y su primer ministro Edouard Philippe recuerda que ya en 2009, un año después de que España extraditara a Cavallo para ser juzgado en la Argentina, el tema de la condecoración estaba en la agenda de la burocracia estatal francesa. El “gran canciller de la Legión de Honor” le informó en junio de aquel año al ministro de relaciones exteriores de su país que planeaba modificar el código que rige el procedimiento de entrega de esas distinciones para poder aplicar acciones disciplinarias contra extranjeros que no habían sido dignos de recibirla, como Cavallo, que se había convertido en un personaje público en 2000, cuando el diario Reforma de México lo descubrió al frente del Registro Nacional de Vehículos de ese país. Su nombre figuraba desde hacía dos años entre los imputados del juicio por terrorismo y genocidio en España que instruía el juez Baltasar Garzón, quien logró detenerlo en el aeropuerto de Cancún cuando se disponía a huir a la Argentina, donde regía la impunidad.

A mediados de 2010, cuando afrontaba junto con Astiz, Acosta & Cía. su primer juicio por secuestros, torturas y homicidios, la cancillería francesa tomó nota de la acusación y apuntó que se trataba de “actuaciones particularmente indignas y odiosas”. Siempre según la resolución de Macrón, en 2014, cuando ya tenía su primera condena a prisión perpetua en el haber, el “gran canciller” le notificó formalmente a Cavallo la apertura de una acción disciplinaria y le dio la posibilidad de defenderse y dar explicaciones, derecho que el ex marino no ejerció.

El paso siguiente, seis años más tarde y tras una segunda condena a prisión perpetua, data del 5 de febrero último, el día del pedido de Losardo en Francia. El canciller galo informó formalmente que la apelación de Cavallo a su primera condena había sido rechazada primero por la Cámara de Casación Penal y luego por la Corte Suprema de Justicia, por lo que había quedado firme hacía un lustro.

El 13 de febrero, invocando el artículo 135 del “Código de la Legión de Honor de la Medalla Militar y del Orden Nacional de Mérito” y luego de analizar todo el expediente, el consejo que la otorga concluyó que el ex marino “faltó gravemente al honor” y decidió retirarle la distinción que le había entregado 35 años atrás. En su parte resolutiva, el decreto de Macron y Philippe le encomienda al general Benoit Puga, actual “gran canciller”, la aplicación de la decisión, que no será publicada en el Boletín Oficial de Francia, y la notificación al represor.