En la clínica, en esta etapa de confinamiento y aislamiento social como consecuencia de la imposición de la cuarentena preventiva y obligatoria decretada por nuestro gobierno, los sujetos muestran diferentes reacciones de acuerdo a la singularidad de cada uno de ellos. Durante mis entrevistas he podido visualizar dificultades para realizar microduelos, lo que hace que algunos pacientes presenten angustia, diferentes tipos de ansiedades, retracción narcisística y/o negación maníaca.

¿Por qué “microduelos”? Son las pérdidas de hábitos, costumbres, contacto físico con los seres queridos como formas de expresión del afecto, las cuales ahora en estos tiempos son significadas peligrosas para sí mismo y para con el otro ser querido. ¡¿Qué cambio filosófico tenemos que hacer frente a lo que suponemos como un hecho natural y necesario de la existencia humana donde la vida y su desarrollo se logra gracias a dicho contacto?! Hoy se nos impone: “¡no te acerques ni te contactes físicamente porque puedes contagiar y esta es una manera de querer y quererse”. Esto quiere decir que “si te quiero no me acerco y no te toco”, ¡vaya paradoja! Hay que elaborar una pérdida de hábitos y pensamiento. 

¿Presenciaremos un cambio cultural? Cabe destacar que con esta falta de contacto, en ciertos pacientes, la libido se retrae hacia su mundo interno perdiendo interés por cosas o personas que habitualmente tenía, mostrando ahora apatía y /o abulia. Manifestándose un mayor predominio de la pulsión thanática por sobre la libidinal. 

En otros pacientes aparece la negación maníaca, por ejemplo personas que salen de “vacaciones” una vez hecho el anuncio de la cuarentena, y en algunos otros la transgresión como manera de evitación y goce de la prohibición.

Durante una sesión, me causó gracia un paciente con TOC que me decía: “parece que todos están locos… ni a mí, en mis ´mejores´ momentos se me ocurrían estas cosas… sacarme los zapatos para entrar en mi casa… lavarme las manos cada vez que toco algo… quitarme la ropa cuando vengo de afuera y bañarme… ponerme alcohol en gel… todo lo que viene de afuera lávelo”. Y luego pensé ¿Estaremos volviéndonos, con esta pandemia, un poco obsesivos con estos rituales?

Las costumbres han variado y supongo que seguirán… Hoy, la tecnología nos permite un acercamiento virtual, no real y analizaremos los cambios psicológicos que sin dudas se producirán en el sujeto. Este acontecimiento, definiéndolo como lo nuevo que cuestiona lo ya establecido, donde la estructura previa tiene que hacerle un lugar, nos interpela y nos modifica como tal y seguramente nos constituirá de otra manera.

*Psicólogo. Docente de ADEP (Ateneo de Estudios Psicoanalíticos).