"El diálogo está yendo por donde queremos que vaya.” Así lo aseguró el ministro de Economía, Martín Guzmán, al referirse a las negociaciones entre el Estado argentino y los acreedores extranjeros en el marco de la deuda externa. Puntualizó que el objetivo que el gobierno se plantea es arribar a un “acuerdo que sea sostenible” y sostuvo que para ello es necesario que se entienda que la Argentina es "un buen deudor que puede hacer frente a sus compromisos".

En una entrevista que concedió al diario español El País, el titular del Palacio de Hacienda remarcó que el contexto de pandemia de coronavirus fue un factor que "afectó toda la logística” de las negociaciones y admitió que “el hecho de no estar en persona” durante el diálogo “condiciona el proceso”.

“Es muy distinto cuando el diálogo entre los acreedores y el Gobierno se realiza por videoconferencia”, dijo y apuntó que, no obstante, “hoy el diálogo está yendo por donde queremos que vaya”.

Para Guzmán, "lo fundamental es que el acuerdo sea sostenible. Queremos convertir a la Argentina en un buen deudor que pueda hacer frente a sus compromisos. Y hay múltiples combinaciones de los parámetros de una oferta que son consistentes con la idea de lo que llamamos restaurar la sostenibilidad".

También, consideró que "el análisis de sostenibilidad de la deuda del Fondo Monetario (FMI) sugería un periodo de gracia de cinco años, y en las negociaciones propusimos cuatro y dada la importancia de ese parámetro bajamos a tres años. Es un proceso que sigue".

Durante la charla con el medio español, el ministro hizo referencia al mercado cambiario: "El dólar oficial lo mantenemos en un tipo de cambio real competitivo y estable", dijo y reconoció que “la Argentina sigue en una situación de inestabilidad” por la pandemia. “El cambio oficial va a ir moviéndose con la inflación. Bajo condiciones de estabilidad macroeconómica se generaría estabilidad también en los mercados cambiarios alternativos", agregó.

A su criterio, el país "tiene un problema de integración en los mercados internacionales relacionado con varios factores: uno de ellos son los controles de capital muy rígidos, implementados en agosto de 2019 en un contexto de alta ansiedad en la economía. La Argentina necesita unas regulaciones más flexibles".

"Para eso tenemos que construir robustez, acumular reservas que sostengan un mercado interno de deuda en pesos, un factor muy importante para que el país pueda endeudarse en su propia moneda", explicó.

Respecto del impacto de la cuarentena en la economía, indició que el objetivo del gobierno de Alberto Fernández “fue priorizar la salud ante la pandemia” y que para ello se decidió “restringir fuertemente la circulación de personas”. El aislamiento “afectó mucho la actividad económica y tiene un costo fiscal importante, en un contexto en el que la Argentina carece de acceso al crédito internacional", evaluó.

"Con el país saliendo de la cuarentena se crea la necesidad de esterilizar parte de la creación de dinero. Eso ya está ocurriendo. De hecho, la Argentina está entrando en una dinámica positiva en el desarrollo de un mercado de deuda pública en pesos que en diciembre estaba cerrado", concluyó Guzmán.