La AFA entendió que con el fútbol en punto muerto, la virtualidad es al menos una forma de vida. No para jugar y que los equipos pisen de nuevo una cancha, pero sí para votar a distancia a las autoridades que continuarán gobernándola por un nuevo período de cinco años. La lista única que se presentará en la asamblea extraordinaria del martes próximo a las 15 la encabeza Claudio Chiqui Tapia, acompañado por seis vicepresidentes y otros dieciséis dirigentes que completarán el comité ejecutivo por el período 2021-2025. El acto durante el cual 46 asambleístas participarán desde sus casas -con una tablet y la conectividad garantizada- permite una lectura política más allá del trámite electoral 2.0.

El comicio se adelantó para desplazar al último mohicano del macrismo, el ex presidente de Boca, Daniel Angelici. Nunca renunció a la vicepresidencia 1° porque según sus propias palabras "no quería dejarle la AFA a Tapia y Moyano". Pero la asociación no sólo quedará en manos de la dupla integrada por el yerno y su suegro; también regresarán a ella Rodolfo D’Onofrio y Marcelo Tinelli, dos pesos pesado con los que se enfrentó el xeneize en el pasado. En lo formal parece el epílogo de una etapa en la que el fútbol se manejaba a control remoto desde la Casa Rosada como sucedió hasta diciembre de 2019.

Tapia irá por su reelección con la unanimidad que no tuvo el 29 de marzo de 2017 cuando ganó también con lista única. Aquella vez Jorge Brito el vicepresidente 1° de River admitió haber votado en blanco y los representantes de San Lorenzo, Vélez y Estudiantes tampoco apoyaron al único candidato aunque no lo dijeron. La AFA venía de la asamblea del 3 de diciembre de 2015 que finalizó empatada 38 a 38 entre sospechas de fraude y de la comisión normalizadora que designó la FIFA el 18 de julio de 2016 con Armando Pérez como figura decorativa. Fueron tiempos de macrismo explícito, intervenciones a control remoto desde Balcarce 50, abolición del Fútbol para Todos y la pretensión de avanzar con las sociedades anónimas en los clubes que no pasó de una ensoñación del ex presidente.

Ahora son 46 asambleístas los que cumplirán el trámite virtual que tiene algunas novedades además de la modalidad que impone la cuarentena obligatoria. El voto no será secreto como en otras elecciones, los vicepresidentes que se elegirán pasan de tres a seis y el mandato del comité ejecutivo se extiende a cinco años. Lo que se repite es la casi nula presencia femenina, como si la cuota de género fuera una película de ficción que nunca se termina de rodar. Apenas Lucía Barbuto, la presidenta de Banfield, podrá participar de la asamblea con derecho a voto. La otra mujer que figura como suplente en la nómina de asambleístas es Grisel Cardozo, presidenta del club Sportivo General San Martín de Formosa que representa al torneo Federal A. La elección que respetará el distanciamiento social fue autorizada por la Inspección General de Justicia.

La recomposición del órgano máximo de conducción de la AFA hace que River y San Lorenzo vuelvan a ocupar dos de las seis vicepresidencias, permite que Jorge Amor Ameal reemplace a Angelici por Boca y ratifique la continuidad de Hugo Moyano por Independiente. Los dos vices restantes serán Marcelo Achile, el presidente de Defensores de Belgrano por el fútbol del Ascenso y Guillermo Raed de Mitre de Santiago del Estero por los clubes del interior. La estratégica secretaria general la ocupará el presidente de Racing, Víctor Blanco, la tesorería Pablo Toviggino por las Ligas del Interior y la secretaría ejecutiva Nicolás Russo, el máximo dirigente de Lanús.

En el fútbol argentino la realidad 2.0 por ahora no va más allá de esta elección y los jueguitos que lanzó la AFA en su liga electrónica. Tapia la presentó a comienzos de marzo y llegó a decir: "El anhelo en conjunto con VPN es el de tener nuestra Selección Nacional de fútbol virtual". La real por ahora deberá esperar igual que los torneos locales. En el mejor de los casos la actividad volvería allá por septiembre. VPN es la sigla de la empresa Virtual Pro Network que convirtió a nuestro fútbol encuarentenado en el primero del mundo que abrazó la idea de los torneos digitales. Así se promocionó. El lanzamiento se planteó "colaborar con el difícil momento que le toca vivir a la sociedad argentina debido a la pandemia mundial del virus Covid-19".

Prenderse en la competencia no es muy inclusivo pese a que hubo como 2 mil inscriptos en la primera convocatoria. Hay que tener una play 4 que no baja de 45 mil a 50 mil pesos si es nueva y algo menos si se trata de una usada. Aunque también hay torneos virtuales para PC o con Xbox, Steam y el juego eFootball PES 2020. Solo para entendidos. La asociación que preside y presidirá Tapia hasta 2025 lanzó incluso una criptomoneda de inversión para financiar "la actividad de entidades y clubes de fútbol, tales como la mejora y construcción de estadios, la formación y pases de jugadores, entre otros". A falta de partidos del mundo real, se pregonan las bondades del fútbol electrónico con copas del tipo "Quedate en casa" y las apariciones de Sergio el Kun Agüero como competidor de consola con otros futbolistas profesionales.

El dilema de los dirigentes es que deben resolver problemas tangibles de los que no pueden tomar distancia ni refugiarse en el aislamiento a que los somete la pandemia. El primero que superaron era el conflicto con que Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) amenazaba el regreso de los torneos por la anulación de los descensos y la posibilidad de que al 30 de junio muchos jugadores quedaran libres. Algo que ya se anticipó en clubes como Sarmiento de Junín –había dejado en esa condición a catorce profesionales – y Villa Dálmine que juegan en la B Nacional. La firma del convenio AFA-FAA provocó la prórroga con carácter excepcional por seis meses de todos los contratos entre el 1° de julio y el 31 de diciembre. A cambio el sindicato aceptó que si se debería jugar durante las vacaciones de los planteles, la cláusula segunda del acuerdo permitirá hacerlo en el habitual receso de verano.

Tapia rubricó el convenio con Sergio Marchi y siguió el mismo procedimiento con la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA). Los entrenadores cuyos contratos terminan a fines de junio tampoco deberían ser despedidos aunque ya hubo una excepción. Mario Sciacqua, el técnico de Godoy Cruz, acaba de ser cesanteado bajo el presunto argumento de que no aceptó una rebaja en su sueldo. Él lo negó aunque la decisión ya está tomada. Suena Jorge Almirón para reemplazarlo quien llegaría al club bajo el patrocinio del omnipresente Christian Bragarnik. El empresario controla al Elche de España, fue presidente de Unión La Calera de Chile y en la Argentina maneja técnicos y jugadores por docenas. Se lo conoce como el Señor de los pases.

Sin fecha concreta de regreso; con el respirador artificial de los derechos de TV –que se están cobrando pero no se sabrá a cambio de qué hasta que termine la cuarentena–; con torneos donde restan definirse la clasificación a las Copas y los ascensos; con el decreto 1212 de la Seguridad Social como una daga clavada en el pecho de los clubes que tienen colegios y deben tributar más por ello; sin ingresos por el uso de las instalaciones ociosas y las cuotas sociales que son de difícil cobranza, el fútbol juega a puertas cerradas su vida virtual y por primera vez elegirá a un presidente con cada asambleísta votando a Tapia desde su casa.

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