A un año de la Masacre de Monte, en la que tres adolescentes, de 13 y 14 años, y un joven de 22 resultaron muertos y una joven de 13 internada en terapia intensiva con graves heridas durante 24 días, tras una persecución a tiros emprendida contra ellos por seis oficiales de la Bonaerense , familiares y amigos de las víctimas participarán de un homenaje organizado por la Comisión Provincial de la Memoria (CPM) y otras organizaciones de derechos humanos. En el homenaje, que será transmitido en vivo en el canal de YouTub e y el perfil de Facebook de la CPM, se proyectará un documental homenaje a Camila López y Danilo Sansone, ambos de 13 años, Gonzalo Domínguez, de 14, Aníbal Suárez, de 22, y Rocío Gugliarello , la única sobreviviente de la masacre, que tenía 13 años el 21 de mayo de 2019, cuando ocurrieron los crímenes.

Por la Masacre, más de 20 policías -casi todos los que revestían en la comisaría de Monte- están acusados por homicidio y encubrimiento. El secretario de Seguridad de Monte, el ex policía Claudio Martínez, fue procesado por encubrimiento. Los familiares también reclamaron a la justicia que investigara la responsabilidad de la intendenta, Sandra Mayol , en esa trama de encubrimiento. 

A fines de 2019, los familiares de las víctimas denunciaron que habían recibido amenazas y que policías encubiertos, para hacer espionaje ilegal , se habían infiltrado en manifestaciones con las que exigían justicia.

Apenas ocurrida la Masacre, los policías intentaron imponer la versión del accidente de tránsito. Fueron los vecinos y testigos de lo sucedido quienes lograron resquebrajar esa operación de encubrimiento : ellos recolectaron las vainas y un operador de las cámaras de seguridad resguardó las imágenes que daban cuenta de la feroz persecución policial.

Los adolescentes murieron luego de que el Fiat 147 en el que viajaban se estrelló contra un camión estacionado mientras los perseguía y baleaba la policía de San Miguel del Monte. Era un grupo de amigos que, en su tiempo libre, solía juntarse en la costanera para rapear y andar en skate. El último video que llegaron a grabar los mostraba arriba del auto, riendo a carcajadas. Según contaron sus familiares poco después de la masacre, Danilo, Gonzalo, Camila y Rocío eran compañeros de clase en la Escuela Media de San Miguel del Monte y conocían al conductor del Fiat, Aníbal, porque era el primo de otro compañero.

Danilo “era un chico bueno, jugaba a la pelota, a los autitos, iba a la escuela. No robaba, no tomaba alcohol, no se drogaba”, detalló su papá con bronca y dolor tras la muerte de su hijo, en diálogo con Página/12. Ese domingo, su hijo “salió en la patineta como todas las noches, siempre hacía ese mismo recorrido porque es un pueblo tranquilo”, para encontrarse con Gonzalo quien, según contó su mamá, le había pedido permiso para encontrarse a las 10 de la noche con Danilo y rapear en la plaza. A las 2 de la mañana, la mujer advirtió asustada que su hijo no había vuelto y la noticia sobre un “accidente” ya circulaba por algunos portales. “El corazón me decía que mi hijo podía estar ahí. Yo pensaba ‘Gonzalo, Dios mío, este guacho que no viene. Lo voy a matar cuando llegue’”, contó.

Camila y Rocío también estaban juntas, ya que según contó la mamá de Camila, la adolescente había pedido permiso para que Rocío se quedara a dormir esa noche. “Tipo 10 y pico Camila se levanta de la cama porque me dice ‘llegó Rocío’. Escucho que sale, escucho que entran a las carcajadas. Se quedan en la cocina de mi casa, las sigo escuchando. Las escucho todo el tiempo porque mi casa es muy chiquita y escucho cómo hablan, cómo se ríen”, contó la mujer sobre los últimos recuerdos que tiene de las adolescentes, que a las 23:30 fueron vistas por su cuñado sentadas adelante de la casa, para usar el wifi del vecino.

Aníbal, el joven que conducía el auto, había llegado de Misiones, donde vive su madre, y se encontraba trabajando en Monte para juntar dinero y poder pagar un auto que le había comprado a su tío. Según relató Hugo, el tío que le había dado el auto, Aníbal le tenía miedo a la Bonaerense porque unos días antes lo habían parado, le habían pedido una coima y le habían sacado 4 mil pesos que el joven había ahorrado para el auto.