El coronavirus impactó fuertemente en las economías regionales. Sólo uno de cada tres pequeños y medianos productores opera con normalidad la cosecha y la producción. Se trata del sector que "abastece a la mesa diaria de los argentinos con frutas, verduras, carnes, leche y arroz, entre otros alimentos", según establece el informe que elaboró la Confederación de la Mediana Empresa (Came). La mitad produjo parcialmente y un 10 por ciento no cosechó, aun en temporada. Por la falta de producción y ventas, los productores necesitan 812 millones de dólares en capital de trabajo para "mantener la subsistencia", agrega el documento, que fue elevado al Ministerio de Agricultura.

Otro dato preocupante tiene que ver con el pago de salarios. El 40 por ciento no pudo hacer frente a las obligaciones de sueldos y jornales de abril. Quienes si pudieron hacerlo, utilizaron fondos propios o dinero de ventas. Sólo el 7,6 por ciento accedió a los créditos bancarios del 24 por ciento y 4,6 por ciento al salario complementario del programa gubernamental ATP. El complejo emplea a un millón de trabajadores, lo que representa el 70 por ciento de la mano de obra rural. 

Los problemas en la producción se explican por diversos motivos. La mitad de los productores contó con todo su personal para trabajar, pero la otra mitad lo hizo con el 75 por ciento o menos. En cuanto a los insumos, el 82 por ciento tuvo problemas para comprar. Otro tema relacionado a las materias primas tiene que ver con los costos. Uno de cada tres productores tiene problemas para fijar el valor del dólar. Si bien más de la mitad compró al tipo de cambio oficial, un 9 por ciento lo hizo al dólar blue y a un 15 por ciento le armaron un dólar "mixto" entre el oficial y el paralelo.

Entre las mayores dificultades también se encontró el pago de las obligaciones impositivas y de servicios. Uno de cada tres no pudo afrontar el pago de los servicios públicos, aunque el promedio esconde que en el caso de la luz, el impago ascendió al 50 por ciento. "En las economías regionales hay producciones electrodependientes, como la olivicultura, la vitivinicultura y la horticultura, las cuales deben recurrir a pozos profundos para poder regar", alerta Came. En tanto, casi la mitad (45 por ciento) no pudo afrontar el pago de impuestos, siendo el IVA el de mayor impago. 

Un dato preocupante para el sector, pero también para la economía en general, tiene que ver con las exportaciones, donde el 75 por ciento dijo tener inconvenientes. "Por las demoras en la logística, las complicaciones en la tramitación de autorizaciones, la volatilidad del tipo de cambio que hace difícil fijar el precio y la caída de la demanda", explica Came. En 2019 las economías regionales tuvieron exportaciones por 7.200 millones de dólares y representan el 63 por ciento de las exportaciones agropecuarias.

Como en todos los sectores, la cadena de pagos fue un problema, aunque en menor magnitud. El 60 por ciento de los productores no tuvo cheques rechazados y en el caso de los cheques cubiertos, el 83 por ciento no tuvo inconvenientes en afrontar obligaciones contraídas.