El Gobierno no pagó la deuda en dólares que vencían esta tarde y las negociaciones con los acreedores se extienden hasta el próximo 2 de junio. A las 18 (17, hora de Nueva York) venció la prórroga para pagar 503 millones de dólares en intereses de tres series de bonos Global. Como son parte del paquete canjeable, el Gobierno no desembolsó el pago de esos vencimientos y como los acreedores extranjeros, principales tenedores de estos títulos, también están interesados en un acuerdo el impago no se trasladará en un default tradicional, con aceleración de pagos, señalan desde el equipo de economía que conduce el ministro Martín Guzmán. Lo único concreto en medio de tanto lobby mediático es que las negociaciones continuarán diez días más. Los acreedores por ahora no demandarán al país ya que ambas partes buscan acercar posiciones. A ninguno le conviene el default.

"Ante la perspectiva de llegar a un acuerdo con sus acreedores sobre los nuevos términos de sus bonos, la Argentina aplazará este pago hasta que se llegue a un acuerdo con los acreedores y se acuerden nuevos términos sobre los intereses a pagar por dichos bonos”, escribió el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, en un mail en inglés dirigido a la comunidad argentina en Estados Unidos y personalidades estadounidenses. Desde Economía aseguran que las posiciones están más cerca y que el diálogo es fluido.

La ansiedad de los bonistas, que reclamaron nuevas propuestas oficiales, no impidió que expresaran que las negociaciones continuan, algo primordial para conseguir tiempo por parte de la SEC (Comisión de Valores estadounidense). El jueves a última hora el Ministerio de Economía comunicó oficialmente el pedido de prórroga por parte del ente regulador para extender hasta el 2 de junio la negociación. Con este pedido quedaba anticipado que no se pagaría el vencimiento de los Global AA21, AA26 y AA46.

Desde el entorno de Guzmán explican que es imposible ver todas las carpetas (propuestas) presentadas de un día para el otro. "Son simulaciones, detalles y mucha letra chica. Esto le lleva a los técnicos días de análisis. Esto es para discutirlo con seriedad", repiten fuentes oficiales. Es por eso que tampoco es seguro que el 2 de junio finalicen las conversaciones o se pida una nueva extensión.

El efecto de este default selectivo, sobre las emisiones cuyo plazo de prórroga venció este viernes, es limitado en el corto plazo. Por la crisis de deuda heredada del macrismo y la parálisis financiera global que provocó la pandemia, el mercado internacional está vedado para la Argentina con o sin pago de los intereses. Pero la situación podría cambiar si los bonistas accionan dos cláusulas que podrían endurecer la negociación: la aceleración de pagos (pago adelantado e inmediato del total de los intereses y del capital) y el default cruzado (se asume que si no se paga un título no se cumplirá con ninguno).

Como los vencimientos son parte del menú, mientras se avance en la negociación no habría motivación para los acreedores que pretenden un acuerdo para gatillar en la Justicia estas cláusulas. “La Argentina y sus asesores tienen intención de aprovechar esta prórroga para continuar las conversaciones y permitir que los inversores sigan contribuyendo a una reestructuración satisfactoria de la deuda. En ese sentido, el Gobierno sigue recibiendo las opiniones y sugerencias de los inversores”, detalló el embajador Argüello.

El nuevo cronograma dispuesto por Economía incluye que la fecha de anuncio de resultados (tal como se define en el Suplemento del Prospecto) será el 3 de junio "o lo antes posible de allí en adelante" y la de ejecución, entrada en vigencia y liquidación, tal como se define en el Suplemento del Prospecto, será el 8 de junio o lo antes posible, según el comunicado difundido anoche.

"Argentina cree firmemente que una reestructuración de deuda exitosa contribuirá a estabilizar la condición económica actual, aliviando las restricciones a mediano y largo plazo sobre la economía de Argentina devenidas de la actual carga de deuda, permitiendo reencauzar la trayectoria económica del país hacia el crecimiento a largo plazo. Argentina y sus asesores pretenden aprovechar esta extensión para continuar con las discusiones y permitirles a los inversores continuar contribuyendo con una reestructuración de deuda exitosa", fue la comunicación oficial de Economía.

Para un acuerdo se requiere un nivel de aceptación --según se trate de deuda emitida en 2005 y 2010 o la del gobierno macrista-- promedia el 65 por ciento. La propuesta inicial había recogido un nivel de adhesión inferior al 15 por ciento.