El 22 de mayo de 2005 murieron Úrsula Notz y Nayib Abraham, y Carla Alfaro quedó postrada y semiconsciente para siempre. Los tres iban en el auto que Matías Capozzuca estrelló contra un árbol en Parque Norte y luego abandonó para escapar. Y desde esa madrugada trágica empezó a germinar Compromiso Vial , una asociación civil que desde entonces batalla por sembrar conciencia ciudadana, por instalar la seguridad vial en la agenda pública. Quince años después, los logros son muchos, pero el desafío es más grande. "Los delitos viales son una pandemia de irresponsabilidades y ausencias", reflexionó una de sus referentes, Mariana Sena.

Alguna vez Mónica Gangemi -madre de Úrsula y fundadora de la ONG- dijo que el objetivo de máxima era que Compromiso Vial dejara de ser necesaria, porque implicaría que entonces el Estado habría tomado el asunto a la altura de las circunstancias y la convivencia, el registro del otro, se habría instalado como valor en esta sociedad civil, carente de diálogo y escucha actualmente, según observa Mariana. ¿A cuánto está Compromiso Vial de tornarse innecesaria?

--Se hizo un recorrido y se lograron cosas, en la palabra, en hacer más visible lo que enunciamos como delitos viales, que no son accidentes, que la gente no pierde la vida sino que es una pandemia que tiene una cadena de irresponsabilidades y ausencias. A este activismo firme le dedicamos mucho tiempo y corazón. Ojalá no fuera necesario estar reclamando y planteando. Logramos que la Justicia sea presente, que incluya a las víctimas en los procesos, reclamamos fiscalías especializadas, que estos hechos se vean como delitos contra la seguridad pública, no como accidentes. Logramos meternos en la agenda pública de la Justicia, de algunos gobiernos, de la salud. Avanzamos mucho, pero seguimos siendo imprescindibles porque los objetivos aún no han sido alcanzados" -evaluó Sena en diálogo con Rosario/12.

Santa Fe es desde hace años el segundo distrito del país con más muertes en siniestros viales. Pero el mes pasado, fue el primero. Según el Ministerio de Transporte de la Nación, unas 20 personas por semana perecieron en abril por esta causa en Argentina. La mitad viajaba en algún vehículo, la otra mitad solo estaba en el peor momento y lugar. Cada una de esas tragedias son las estrellas amarillas que Compromiso Vial pinta en sobre el asfalto para dar cuenta de que el problema debe concebirse como una pandemia cotidiana, sostenida y, por tanto, una cuestión de Estado. 

"La Agencia (Provincial de Seguridad Vial, APSV) es una herramienta que tiene el Estado, pero que también tenemos los ciudadanos para poder dialogar y saber qué política de seguridad vial pretendemos como sociedad. Debe ser muy vital y atravesada por las ONGS de la temática, y un organismo de gestión. Así lo vivimos con aciertos y desaciertos en la gestión anterior, y esperamos que con esta sea lo mismo", señaló.

En el plano social, Sena advierte el desafío pendiente. "Que la gente internalice el cuidado y que las medidas de prevención y protección no es un acto individual sino colectivo. Es un proceso largo y complejo, y ahí está nuestra misión. Bajar la violencia vial no es solo cuestión de leyes o infraestructura, la sociedad se lo debe también".

--¿Qué tanto registro del otro, entonces, tiene esta sociedad según perciben desde la problemática que atiende Compromiso Vial?

--Es muy dispar, lo notamos en los talleres, los cursos que brindamos. Vivimos en una sociedad que no dialoga, que no escucha, que no mira. Entonces procuramos ese encuentro, si no hay diálogo la transformación de conducta, de mentalidad, es muy difícil. Situarse en el lugar del otro, pero no como alguien ajeno sino como parte de mi colectivo. El nuestro no es un dolor propio, es un dolor que nos está pasando a todos y a diario, con mucha crueldad. Es como una guerra, con heridos por doquier. 

--Pero para entenderlo así primero hay que percibirse como colectivo, como sociedad y dejar atrás ciertos valores de competencia individual, de consumo.

--Exacto, por eso es tan difícil. Mientras lo colectivo, lo comunitario no tenga lugar, será muy difícil revertirlo. No es que las cosas son así, hay que transformarla y pensar en otros modos. Cuando tantas veces se nos acerca gente y se solidariza con nosotros, lo piensa desde un lugar ajeno, piensa que no les va a pasar nunca, y no debe ser así. Ahora dicen que con la cuarentena descendieron los accidentes viales fatales. Y no es cierto, porque si se restringió la movilidad y así la gente se sigue matando, significa que estamos peor de lo que se pensaba.

Para comunicarse e informarse acerca de sus actividades, se puede visitar el sitio oficial www.compromisovial.org.ar, donde se vuelcan las novedades de la ONG.