Recontra chequeado. Es falso que la Argentina ostente el récord mundial de cuarentenas. Es falso, además, que en el país federal rija un solo esquema de aislamiento. Son, solo para empezar, uno por cada provincia y, si uno se pone riguroso, se multiplican con variantes en numerosas ciudades.

El Conurbano bonaerense y la Ciudad Autónoma (CABA) conforman un conjunto especial, el epicentro de la pandemia. Constituyen desde siempre el foco de la información “nacional” que en tiempos normales satura con alusiones al tránsito o las contingencias climáticas metropolitanas. La tendencia histórica, unitaria, se acentúa en la era del coronavirus mientras se congregan la mayor parte de los contagios y las muertes. Chaco es otro foco preocupante.

En las otras provincias transcurre --con matices-- el costoso regreso a “la nueva normalidad”, por nombrarla de algún modo. Se rehabilitan industrias, comercios, costumbres sociales. El federalismo de la covid-19 demarca diferencias. Punteemos unas pocas, un muestreo Random.

  • El Tedeum de mañana en la Catedral Metropolitana será por sesión remota. Las actividades religiosas siguen vetadas en CABA. Los pampeanos pueden ir a misa, con los cuidados necesarios.

  • Dichosos ellos mismos que el domingo pasado tuvieron permiso para reuniones familiares de hasta diez personas para un asadito familiar o un plato de pastas. En otras comarcas, no se consigue.

  • En Santa Fe se permiten las salidas recreativas, salvo en los conglomerados urbanos del Gran Rosario y Gran Santa Fe. Criterio similar al aplicado en otros pagos, evitar congestionamientos. Las restricciones al transporte público son otro factor común en varias latitudes, con diferentes tonadas, aún en aquellas con baja incidencia de la pandemia.

  • Los medios dominantes describen, exageran o inventan diferencias entre el Jefe de gobierno porteño, Horario Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Algunas hay motivadas por la política pero mucho más porque gestionan realidades distintas. El gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, y el intendente de Resistencia, Gustavo Martínez, debaten en público si la capital de la provincia debe volver a fase 1. El punto de vista más severo lo tiene el alcalde, el que está más cerca.

  • Cuando el diario Clarín le sugería a Alberto Fernández que siguiera el ejemplo de Uruguay, el gobierno cordobés dio un paso atrás en la cuarentena de la capital de la provincia. Un foco en el mercado Norte propagó el virus por toda la ciudad. Un vendedor lo originó, los clientes (dispersos en la urbe) la trasladaron. Se investigó la traza del camino del virus, a partir del listado de clientes, un trabajo detectivesco digno de Rodolfo Walsh. Se realizaron testeos masivos, se detectaron pocos contagios, se piensa volver a fase 4. El cordobesismo se maneja de modo parecido a “Alberto” aunque fue adversario electoral en 2015 y 2019.

  • Las movilizaciones se prohíben, claro. La movida anticomunista fracasó tal vez por autocrítica, tal vez por falta de quórum. En Chubut, empero, se suceden marchas de trabajadores estatales que reclaman pagos de sueldos atrasados. Imposible acusar a la peste o solo a ella. El problema viene de lejos, lo que acentúa la bronca de los laburantes que arriesgan su salud en defensa del derecho a sobrevivir.

  • Los territorios con pocos contagios o víctimas fatales dinamizan su actividad. El gobernador Gerardo Morales se da el lujo de proponer que el torneo de fútbol se dispute en Jujuy o cuanto menos que los equipos entrenen allí. Kicillof y Rodríguez Larreta no lo sugerirían jamás. La diferencia no alude a imaginarios o a afición futbolera sino a realidades disímiles.

  • La actividad económica crece a menor velocidad que los permisos. El consumo masivo se concentra en rubros evidentes: comida, remedios, con inquietantes marcas en bebidas alcohólicas y ansiolíticos. Para comprar otros productos falta dinero o voluntad. La demanda gastronómica se retrae: cuidar la plata y disponer de más tiempo en casa conspiran contra las compras. Reapertura y reactivación, ay, distan de ser sinónimos en el corto plazo.

  • Las localidades con fuerte actividad turística están en apuros. Mar del Plata primereó con fase cuatro pero el intendente Guillermo Montenegro alerta a los turistas: no queremos que vengan. Hombre de PRO, escoge entre la salud y la economía.

  • El precio sostén del petróleo (alias “barril criollo”) alivia un poco la malaria de las provincias patagónicas. Un poco.

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Diferentes coyunturas, distintas praxis, matriz de pensamiento práctico común. La coordinación federal y el consenso ciudadano permiten que la cuarentena se prolongue. Las afinidades entre el Estado nacional, los provinciales y los comunales aportan una diferencia adicional entre la Argentina versus Brasil o Estados Unidos, tan promisoria como poco reconocida.

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