Si algo dejó en claro el documental The Last Dance -además de un gran repertorio de memes para la posteridad- es que, a más de dos décadas de aquellos partidos, Michael Jordan los sigue jugando. Quizá atento a la resignificación de su legado que podría tener la pieza fílmica vista por millones durante estas semanas de cuarentena, o quizá porque no puede hacerlo de otra manera, el considerado como el mejor basquetbolista de todos los tiempos no tuvo piedad al referirse a muchos de sus rivales en sus épocas de musculosa y pantalones cortos. Para muchos y muchas que no lo vieron en su momento, ya sea por las limitaciones tecnológicas de la época o simplemente por una cuestión generacional, Jordan pasará a ser "el del documental", y allí, mirando a cámara, donde "Su Majestad" volvió a dar cátedra.

El destrato a Isiah Thomas y los "Bad Boys" de Detroit, el ninguneo a Gary Payton o los dardos hacia Horace Grant, compañero y rival, tanto como el relato de respeto hacia sus antecesores -en materia de estrellato- Magic Johnson y Larry Bird, exhibieron las cualidades discursivas de Jordan. En ese sentido, el hombre de los habanos cubanos se mostró tan hábil a la hora de lanzar una mirada cómplice a la cámara, o reírse en el momento justo como cuando debía definir un partido con segundos en el reloj de posesión.

Pero al fin y al cabo, el relato es una cosa y la realidad, otra. Aquí, un repaso por los historiales individuales de Jordan frente a varios de los rivales mencionados en la pieza de Netflix, quienes en más de una ocasión terminaron Jordan como "hijo", según la terminología futbolera/deportiva clásica.

Enemigo público N° 1

Emblema de los "Bad Boys" de Detroit y oriundo de, casualmente, Chicago, Thomas fue el némesis predilecto del 23 de los Bulls tanto en la NBA como en The Last Dance. "El no era realmente un rival para mí, como sí lo eran Magic (Johnson) y Larry (Bird)", disparó Thomas, conocido en sus años de base como el "Asesino con cara de bebé". La historia ya fue escrita y cuenta que M.J. se fue de la NBA con seis anillos e Isiah, dos. Sin embargo, durante el pico de rendimiento de ambos (Thomas es dos años mayor), los números favorecen al de Detroit: 65 duelos mano a mano, 36 triunfos para Thomas y 29 Jordan, según los archivos del sitio Basketball Reference.


Para colmo de "Su Majestad", en las cuatro ocasiones que se vieron las caras Pistons y Bulls en series de playoffs, el récord es favorable para los de Detroit por 3-1, destacándose las tres eliminaciones consecutivas en el '88, '89 y '90, que terminaron con dos títulos para los de Michigan. Finalmente, en el '91, Chicago barrió en las finales de conferencia a los Pistons por 4-0 y dio por terminado los sueños de hacer una dinastía para los "Bad Boys", que tan sólo unas temporadas después se desarmarían tras la partida del entrenador Chuck Daly y el temprano retiro de Thomas (a los 32 años).

Magic y Bird

La llegada de Jordan a la NBA (1984) se dio en el medio del dominio casi absoluto (con la excepción de los Sixers de Julius Erving y Moses Malone, campeones en 1983) de la liga por parte de los Lakers de Magic Johnson y los Celtics de Larry Bird. Entre 1980 y 1988, amarillos y verdes se repartieron ocho títulos (cinco para Los Angeles y tres para Boston) previo a la irrupción de los Pistons (campeones en '89 y '90) y la distanía ya noventosa de los Bulls.

Bird y Jordan durante un All Star. (AFP)

Frente a Bird (siete años mayor que M.J.), los Bulls de Jordan no la pasaron nada bien. A pesar de que el escolta tiene el récord de anotación en playoffs (63 puntos) en una derrota frente a los Celtics, el historial favorece al rubio de bigotes por 23 a 11. Además, en las dos series de eliminación directa donde se vieron las caras, ambas terminaron en barridas 3-0 para Boston.

Mientras que ante al carismático Magic (cuatro años mayor), Jordan sí se pudo desquitar: once victorias y siete derrotas. Además, sus Bulls consiguieron su primer título ante el versátil base de 2,06 metros y los suyos, con un 4-1 en las finales de 1991, las últimas a las que llegaría Magic, quien a la siguiente temporada anunció que había estaba afectado por el VIH.

Un ninguneo desproporcionado

"No tuve ningún problema con El Guante", disparó entre carcajadas Jordan mientras veía el testimonio de Gary Payton, quien adujo que le complicó la vida a M.J. durante las finales de 1996 (4-2 para Chicago). Al fin y al cabo, exagerado o no, Jordan posee un récord de 14-7 frente al base emblema de los ya extintos Seattle SuperSonics. Vale destacar, sin embargo, que durante aquella serie, Payton marcó a Jordan en los últimos tres partidos y "Su Majestad" desmejoró considerablmente.


Con Payton, especialista defensivo, en robos y experto en el arte de "hablar sucio", Jordan registró 41% en dobles (21 tiros encestados sobre 51 lanzados), 11% en triples (1 sobre 9) y once pérdidas; en tanto que sin la pegajosa marca de "El Guante", durante los tres primeros partidos de la serie que terminaron con tres victorias para los Bulls, el mejor de todos los tiempos registró: 45% en dobles (24 sobre 53), 50% en triples (5 sobre 10) y siete pérdidas.

La torre nigeriana

El misterio sobre qué hubiese pasado si Jordan no optaba por tomarse un retiro durante las dos triples coronaciones de Chicago perdurará por siempre. En aquellas dos temporadas, los campeones fueron los Houston Rockets, liderados por el pivot nigeriano de 2,13 metros Hakeem Olajuwon, quienes vencieron a los Knicks de Patrick Ewing (eterno "hijo" de Jordan, con 49 triunfos para el de Chicago y sólo 21 para el jamaiquino) y los Magic de Shaquille O'Neal en las finales. Lo que sí se sabe es cómo le fue a Jordan y los Bulls frente a aquellos Rockets. Y el resultado podría anticipar que la posibilidad de que Chicago haya sumado otros dos títulos a su vitrina es poco probable. En 21 enfrentamientos, los Rockets de Hakeem perseveraron en 13, mientras que los Bulls de Jordan, en 10.

El heredero

Los enfrentamientos con Kobe Bryant no fueron muchos y gran parte se dieron durante la estadía de Jordan en Washington. Sin embargo, el difunto escolta de los Lakers se quedó con la ventaja histórica: 5 triunfos contra 3 de Jordan, con promedios de 22,8 puntos para Kobe y 24,5 para Michael en aquellos duelos.

Un viejo amigo

Compañeros en las seis coronaciones de Chicago, Scottie Pippen y Jordan se encontraron en veredas opuestas dentro de una cancha sólo una vez, a fines de 2002, con el primero en Portland y el segundo en Washington. Con 37 y 39 años respectivamente, el que se fue ganador fue Pippen (14 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias) en el 98-79 de los Blazers ante los Wizards de MJ (14 puntos, 5 rebotes y una asistencia.

El General de la derrota

Una curiosidad digna de mencionar de los historiales de Jordan se encuentra en su rivalidad con el base Sherman Douglas, más conocido como "El General". Ambos se enfrentaron en 30 ocasiones y cada una de ellas terminó con triunfo de Chicago. Toda una maldición para Douglas, quien realizó una carrera digna en la NBA, promediando 11 puntos y casi 6 asistencias en 782 juegos con cinco equipos diferentes.

Pepe lo hizo

El regreso de Jordan a la NBA con 38 años para jugar en los Washington Wizards coincidió con la invasión argentina del nuevo milenio. El primero en enfrentarse con Jordan fue Rubén Wolkowyski, en octubre de 2002. El chaqueño militaba en Boston por entonces y aquel duelo fue triunfo para los Wizards, con 21 puntos de Jordan y dos para el interno argentino en seis minutos de juego. Meses después sería el turno de Emanuel Ginóbili, en su primer año con los Spurs. Y nuevamente fue victoria para los de Jordan, que terminó con 17 puntos, en tanto que Manu, de 25 años, jugó sólo cinco segundos.

Jordan regaña a Tyrone Nesby, de 26 años. Aquella sería la última temporada de Nesby. (AFP)

ero lo que ni el Colo ni Manu pudieron, lo logró Juan Ignacio "Pepe" Sánchez. En 2003, en su segunda etapa en la NBA, el base bahiense se dio el gusto de festejar ante Jordan. Fue triunfo 90-80 para sus Detroit Pistons, aunque el mágico zurdo de 25 años no tuvo mucha participación, con tres minutos de juego y una pérdida. Jordan, por su parte, terminó con 15 puntos en 40 minutos de juego y una derrota, lo más importante a fin de cuentas.