Se casaron, pero terminaron todos presos: ocho personas, entre ellos la novia y el novio, sus padres, el rabino que los casó y los dueños del lugar donde se llevó a cabo el matrimonio, fueron detenidos en la Ciudad de Buenos Aires por violar el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Cuando la ceremonia estaba en su mejor momento, a las 14.30 en el barrio porteño de Almagro, la policía llegó al lugar y evitó que accediera más gente, aunque no pudo impedir el casamiento. Según el Ministerio Público Fiscal, la Policía porteña "había intimado por la mañana a los residentes del lugar para advertir que la ceremonia violaba el decreto presidencial sobre el aislamiento actual".

La Comisaría Vecinal 3ª informó que tomó "conocimiento a través de videos que circulan en la web que personas de la comunidad judía ortodoxa realizarían reuniones (casamientos) no autorizadas y en contra del decreto" sobre el aislamiento para evitar la propagación del coronavirus. La policía acudió al lugar ante la posibilidad de que en el edificio, ubicado en la calle Ecuador al 600, se realice una "fiesta de casamiento" y que tras llevar a cabo una inspección se detectó que allí se celebró "una ceremonia religiosa" donde fueron identificadas las ocho personas que luego resultaron detenidas.

"Ningún ritual religioso está eximido de respetar el aislamiento. Les pedimos que denuncien este tipo de convocatorias para que podamos intervenir o anticiparnos", sostuvo el fiscal general Juan Bautista Mahiques.

A los detenidos se les imputa la violación de los artículos 205 y 239 del Código Penal y fueron trasladados, tras la orden de detención por parte del fiscal, a la Oficina Central de Identificación para "obtener datos de reincidencia y constatación de domicilio".

Mahiques explicó que no se sabe "si había personas con síntomas". Por otra parte, señaló que fue informado "de que hubo una fiesta ayer y otra el miércoles". "El casamiento de hoy, en principio, no habría sido en el mismo lugar que los otras dos", aclaró.

La primera de las bodas violatorias de la cuarentena ocurrió el miércoles pasado, cuando dos familias judías ortodoxas celebraron un casamiento clandestino, violando las normas de distanciamiento social y la prohibición de realizar reuniones en espacios cerrados. La fiesta contó con 150 invitados y se realizó en el salón de un edificio ubicado en Córdoba y Pueyrredón, en el barrio porteño de Balvanera.

La indignación se generó cuando se divulgaron imágenes de la reunión, en las que se puede ver a un número elevado de personas en un espacio pequeño, donde nadie usaba barbijo ni respetaba la distancia social de dos metros requerida. Además, en uno de los videos difundidos muestra a los participantes dándose besos y abrazos, según informó la Agencia Judía de Noticias (AJN).

Por este hecho también hubo ocho personas detenidas, y entre ellos estarían el matrimonio y los padres. Según la denuncia, la fiesta fue organizada por un rabino de la comunidad sefaradí Shuba Israel. Esta comunidad ya había sido noticia por el fallecimiento por coronavirus del rabino Yabra y de su padre, mientras que su madre está internada y varios miembros de la familia estarían contagiados.

Eliahú Hamra, secretario general del partido BUR, de la ortodoxia judía, y presidente del Vaad Hakheilot de la Argentina, organización educativa de la AMIA, afirmó que "la comunidad judía ortodoxa en Argentina repudia esta acción llevada a cabo por particulares en lugares privados que no han cumplido con el aislamiento social, preventivo y obligatorio". "Desde la comunidad judía ortodoxa en Argentina mantenemos la premisa de seguir con total responsabilidad las medidas e instrucciones de las autoridades sanitarias", concluyó desde su cuenta de Twitter.

Tzví Grunblat, rabino de Jabad Lubavitch, dijo ue "es un tema de gente que hizo una estupidez total, es gente equivocada y la comunidad judía no está de acuerdo con esto". Consultado sobre la presencia de un rabino que casó a la pareja Grunblat reflexionó que "hay gente en todos lados que se equivoca. A la gente se le dijo bien claro que se cuide, que no siga estos ejemplos, y que hay que tomar medidas". "No es un tema judío, es un tema de vecinos de Buenos Aires, es parte de la condición humana, que a veces se equivocan. Lo importante es que los lineamientos (del Estado nacional) están claros y que no hay permisibilidad", aclaró.

El rabino Yosef Feigelstock, por su parte, reconoció que "hay miembros de nuestra comunidad que participaron de un casamiento con muchos invitados sin guardar la distancia social y sin barbijos ni máscaras de protección". Agregó que deja "en claro que está prohibido participar en esos casamientos o reuniones. Si una persona ya estuvo en una de esas actividades, debe quedar aislado de nuestra comunidad por lo mínimo por 35 días (con 14 días no alcanza) y debe cumplir la cuarentena en su casa". Y terminó reconociendo que "especialmente en la comunidad en la que se llevó a cabo el casamiento hay enfermos" y fallecidos.