Fue la primera banda de nivel internacional que vino al país en el mejor momento de su carrera. Queen era un fenómeno mundial en 1981 y su llegada al país desafió a la dictadura cívico militar. La banda británica presentó en el Gigante de Arroyito su último trabajo, The Game, en el marco de una recordada gira por Sudamerica. Una instantánea del recital de aquella noche fue la que eligió Neal Preston, fotógrafo oficial del grupo, para ilustrar el libro de fotografías que retrata la vida del legendario grupo que lideró Freddie Mercury.

Preston -conocido por haber trabajado con Led Zeppelin, The Who, Bruce Springsteen- publicó ayer la portada del libro que ilustra su trabajo como fotógrafo oficial de Queen entre 1975 y 1986.El fotógrafo publica en The Neal Preston Photographs”un documento que recorre once años de la banda inglesa en fotografías tomadas en recitales, pero también detrás de escenas, muchas de ellas inéditas. Son más de 300 que cuentan con sus memorias, además de textos del guitarrista de Queen, Brian May, y el baterista Roger Taylor. 

Para resumir el trabajo, Preston, May y Taylor eligieron una foto tomada en el recital que la banda ofreció en el Gigante de Arroyito el 6 de marzo de 1981, donde se ve de fondo las tribunas de dan a la popular de Regatas con la policía militar parada en el centro del campo de juego.

Queen llegó al país bajo iniciativa de su productora Odeon (más conocida luego como EMI), la cual tenía como representante en el país a Alfredo Capalbo. Pepe Grimolizzi. “Aquel fue el primer recital internacional que vino con toda la tecnología de la época. El escenario se montó en las tribunas de calle Génova. Fue todo muy prolijo. No se habilitaron los vestuarios del estadio porque toda la banda salió vestida del hotel Majestic y cuando llegaron al Gigante fueron directo al escenario”, recuerda el empresario Pepe Grimolizzi. 

Hay más fotos del Gigante registradas por fotógrafos extranjeros que han trascendido a través de las redes. Una de ellas es la de Masahide Tomikoshi, que captura el momento en que la selección argentina, en 1978, sale a la cancha en busca de un título.