Todos los gremios estatales comunicaron ayer a la provincia su rechazo al 9 por ciento de incremento salarial en cuatro cuotas de 2 por ciento en agosto, octubre y noviembre respectivamente, y una de 3 por ciento en diciembre.

La próxima reunión está prevista para el 24 de julio, pero se espera que antes se hagan nuevas mesas sectoriales en las que se mejore la propuesta sobre distintos ítems que componen el salario y con ellos, se mejore el ingreso. Por el momento, no se logró un acuerdo en estos espacios en los que se sientan referentes de Salud, Educación, y la Administración Centralizada.

Mientras se llevaba a cabo la reunión de ayer un grupo de docentes autoconvocados se concentró en las puertas de Casa de Gobierno en señal de protesta y de rechazo a la propuesta oficial. Y aunque fueron pocos, se consideró que su presencia empieza a develar el ánimo en el sector, que empieza a caldearse a solo tres meses de las elecciones legislativas nacionales. Según se pudo conocer, hubo sindicalistas que pidieron seguridad ante la presencia de los manifestantes.

En la mesa salarial los pedidos de mejora fueron diversos. Algunos representantes de trabajadores pidieron que el incremento se aplique en un solo tramo. Otros dijeron que podrían aceptar que el incremento se concrete en dos cuotas.

Las diferencias fueron planteadas por los empleados del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) y la Dirección de Vialidad de la provincia, que solicitaron estabilidad laboral.

En todos los casos se criticó también la falta de respuestas satisfactorias en las mesas sectoriales.

Desde SITEPSA (Sindicato de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Salta) solicitamos también que se recomponga el 6 por ciento que perdimos en referencia a la inflación durante el primer semestre”, dijo a Salta/12 la secretaria general de este gremio, Victoria Cervera. Insistió con la regularización del Código 690, dado que la mitad se paga sin relación al básico. La gremialista indicó que otros sindicatos docentes solicitaron “engrosar el tope” de pago de este código, que actualmente es de hasta 2 cargos docentes de primaria, hasta 30 horas cátedra, pero sin que sea remunerativo ni bonificable. Esto implicaría una distorsión el la grilla salarial “y nosotros la queremos limpita”, dijo Cervera.

Por su parte, el secretario general de ATSA (Asociación de Trabajadores de la Sanidad), Abel Ramos, publicó en redes sociales que en las mesas sectoriales se logró el cambio de subgrupo de 50 trabajadores de la Salud Pública que se capacitaron para ser recategorizados. Esta disposición regirá desde el 1° de agosto. Mientras, en septiembre se harán 90 recategorizaciones más, y en octubre otras 90.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en tanto, manifestó su rechazo y solicitó una “propuesta salarial acorde a la realidad socioeconómica de los trabajadores estatales”.

Otros gremialistas solicitaron al gobierno provincial que ante la situación que se vive a nivel país, y que incide en la provincia ante los recortes denunciados reiteradamente, se defina si es oposición o acompaña las políticas del gobierno nacional.

El pago de la quinta hora

La ministra de Educación de Salta, Cristina Fiore, ratificó en la reunión lo anunciado en la entrevista que brindó en Diálogos.Gob, una iniciativa del gobierno, de entrevistas a funcionarios realizadas por dos periodistas seleccionados desde la Casa de Gobierno.

El anuncio fue el pago de la “quinta hora” u hora extendida que corresponde a docentes de más de 260 establecimientos que vienen esperando este pago desde que la Nación dejó de enviar los fondos en marzo de este año.

La ministra indicó que la semana que viene se abonará esta quinta hora.

“Lo anunció como un gran logro, no consideramos que lo sea porque es una deuda que tenía el estado provincial con los docentes que habían trabajado ese mes a valores históricos”, consideró Cervera.

En cuanto a la asamblea que el miércoles último realizó el Sindicato que encabeza, indicó que al menos entre sus afiliados “hay ánimos de hacer algo”, en referencia a la posibilidad de iniciar un plan de lucha.