El comité internacional que define el pago de los seguros contra default de los bonos argentinos autorizó a que se gatillen estos instrumentos financieros. Los inversores que se cubrieron o especularon con un incumplimiento sobre los títulos públicos embolsarán una cifra cercana a los 1500 millones de dólares. Se trata de un contrato entre privados que no genera un costo para la Argentina.

Los seguros contra default son un derivado financiera que se negocia entre particulares: principalmente entre bancos y grandes fondos de inversión. El inversor que compró un seguro contra default cobra en los próximos días la diferencia entre el valor nominal de los bonos y su cotización actual en el mercado. El dinero lo desembolsa el que vendió el seguro a cambio de una prima.

El comité que regula estos derivados consideró que la falta de pago de los títulos Globales en mayo representó un incumplimiento en las condiciones contractuales de la deuda argentina. Esta interpretación sólo aplica para definir si se gatillan los seguros (que en la jerga se conocen como credit default swap, CDS).

El evento no trae cambios en la negociación de la deuda. Los grandes fondos de inversión y el Gobierno continúan avanzando en la reestructuración. La Argentina muestra voluntad de pago en cada una de las conversaciones con los acreedores internacionales. Los fondos también moderan sus pretensiones para poder encontrar un punto intermedio que permita cerrar el acuerdo.

El mismo día que se anuncia la decisión de gatillar los CDS hubo un salto en el precio de los títulos en moneda extranjera de la Argentina. Las subas fueron de hasta 7 por ciento. El riesgo país siguió en baja y se ubicó en 2622 puntos. Se trata de una merma de 12 puntos en la jornada y de más de 1500 puntos contra el pico.

Swaps y Derivados

El comité internacional que regula los credit default swap se llama ISDA (Asociación Internacional de Swaps y Derivados). Lo integran 14 entidades, las cuales decidieron por voto unánime que la Argentina entró en una situación de incumplimiento de su deuda soberana. En 2014 habían tomado una decisión idéntica.

En la lista de instituciones que componen el comité figura Elliott Management. Su dueño es Paul Singer. Se trata de uno de los fondos buitre que litigaron contra el país en la corte de Nueva York y recibieron ganancias extraordinarias en 2016. El equipo económico de Macri acordó ese año pagar la totalidad de lo reclamado en el juicio.