La onda expansiva de la causa sobre espionaje ilegal que investiga el juez Federico Villena alcanza al Servicio Penitenciario Federal (SPF). Después de que se allanara –entre otras tantas áreas— la Dirección Principal de Análisis de la Información del SPF su titular, Claudio Suriano, presentó la renuncia, según informaron a Página/12 allegados a esa dependencia. El motivo formal es su jubilación, pero lo real es que Villena está investigando su presunta vinculación con hombres de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que habrían desplegado operaciones de espionaje ilegal en cárceles federales, y en particular en el penal de Ezeiza, el de los ex funcionarios y empresarios.

El juez Villena investiga por lo menos a 15 agentes de inteligencia. Se llegó a ellos a través de la confesión de un narco llamado Sergio Rodríguez, alias Verdura o Tomate, que contó haber sido contratado por un abogado que revistaba en la AFI, Facundo Melo (que entre otras tareas le asignó llevar una bomba de trotyl a la entrada de la casa del ex subsecretario de Defensa José Luis Vila). A la vez Melo y otros reportarían a Alan Ruiz, jefe de operaciones. Pero la sospecha es que entre ellos actuaban también al menos dos agentes ligados al SPF, uno retirado y otro en actividad. Como informó este diario, se los llama “candados”. Una de las líneas de investigación del juez es el rol de la llamada unidad 50, que era precisamente la de inteligencia del SPF, dirigida por Suriano. Según fuentes con acceso a la causa, en uno de los tantos teléfonos secuestrados a agentes de la AFI aparece el contacto con Suriano.

El SPF es por estos días escenario de convulsión interna, ya que también presentó la renuncia su titular, Emiliano Blanco, aunque todavía la ministra de Justicia Marcela Losardo, no definió si se la acepta o no. La situación de Blanco era compleja y lo del espionaje agravó el cuadro. Le atribuyen con anterioridad haber perdido las riendas de las cárceles y el manejo de conflictos, como ocurrió en el penal de Devoto en abril. 

Por el material que recolectó hasta ahora el juzgado se sabe que hay unos 1500 dossiers de espionaje, con seguimientos y tareas de inteligencia ilegales (fotos, videos, grabaciones) sobre dirigentes de la política que respondían al propio gobierno de Mauricio Macri que los espiaba y otros de la oposición. Están el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el vice Diego Santilli, la ex gobernadora María Eugenia Vidal, el ex jefe de la bancada macrista Nicolás Massot, el ex titular de seguridad bonaerense Cristian Ritondo, entre otros. También está la hermana de Macri, Florencia. Pero incluso aparecen, por ejemplo, Cristina Kirchner, su hija Florencia, Cristina Caamaño, Luis Barrionuevo, Hugo Moyano y el presidente de la Corte Carlos Rosenkrantz y el obispo Jorge Lugones.