El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el inicio de la retirada de la Guardia Nacional de Washington, la capital del país, por considerar que "todo está perfectamente bajo control", luego de la multitudinaria protesta pacífica del sábado por el asesinato de George FloydPese a que se trató de la marcha más concurrida desde el estallido de las movilizaciones contra el racismo y la represión policial, Trump se burló de los presentes al considerar que participaron "menos manifestantes de los esperados". Aunque con un menor caudal de personas, las protestas continuaron el domingo en las calles de la capital. La presencia de la Guardia Nacional fue un motivo de tensión permanente entre Trump y la alcaldesa de Washington, la afroamericana demócrata Muriel Bowser, quien describió el operativo desplegado como una "invasión". El mandatario estadounidense también arremetió contra los demócratas, aunque particularmente contra el candidato presidencial Joe Biden por exigir una reforma estructural de las fuerzas de seguridad. 

"Acabo de dar la orden a nuestra Guardia Nacional para que comience el proceso de retirada de Washington DC ahora que todo está perfectamente bajo control. Van a irse a casa, pero pueden volver rápidamente, si son necesarias. ¡Muchos menos manifestantes de los esperados participaron anoche!", escribió en su cuenta de Twitter el mandatario. El sábado, Trump había ordenado cercar completamente toda la zona adyacente a la Casa Blanca, mientras que las autoridades locales cerraron el centro al tránsito para facilitar la manifestación que congregó a decenas de miles de estadounidenses, según los principales medios del país.

El domingo, cientos de personas pasearon por la rebautizada plaza Black Lives Matter (las vidas de los afrodescendientes importan), en las inmediaciones de la Casa Blanca. Michael Jackson, vicepresidente de la Corporación de Desarrollo y Mejoras Comerciales de Georgia Avenue, aseguró al diario Washington Post que llegó hasta allí para decir que el asesinato de George Floyd era "inaceptable para una nación que defiende la libertad y la democracia". Jackson tomó prestado el discurso del presidente Ronald Reagan de 1987 referido al muro de Berlín para expresar ante los manifestantes presentes: "Señor Trump, derribe esta cerca y cure a la nación".

En los últimos días, las marchas fueron creciendo en magnitud en la capital. La Casa Blanca llegó a terminar con las luces apagadas y con el presidente en un búnker en el sótano, al tiempo que oficiales comenzaban a ser desplegados en las calles. Con cientos de guardias nacionales y de otras fuerzas cercando edificios públicos y monumentos simbólicos, el presidente llegó a amenazar públicamente con sacar al ejército a las calles para reprimir las protestas. Esa amenaza le valió un llamativo desacuerdo del jefe del Pentágono, Mark Esper.

En total, unos 3.900 reservistas de la Guardia Nacional procedentes de 11 de los 50 estados del país fueron enviados a la capital el pasado fin de semana. El objetivo de esos reservistas era ayudar a la policía municipal de Washington, que de acuerdo al relato oficial se encontraba sobrepasada. Además, del operativo de seguridad participaron 1.200 reservistas de la Guardia Nacional de Washington, quienes por el momento seguirán activos.

La Guardia Nacional nació en 1.636 como una milicia y actualmente es una fuerza constituida por voluntarios que está bajo el control de los gobernadores, que suelen activar ese cuerpo para restablecer el orden en situaciones graves como disturbios y cuando se producen desastres naturales. En el caso de Washington, que tiene menos autonomía que los estados, el presidente tiene capacidad de activar a reservistas de otros estados y enviarlos a la ciudad.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ya le había pedido a Trump que retirara a los reservistas porque, en muchos casos, no llevaban siquiera placas de identificación. "Lo que vimos la semana pasada fue básicamente una invasión de nuestra ciudad", dijo Bowser en una entrevista brindada a Fox News. 

"Las tropas del Ejército en servicio activo se movieron desde todos los puntos del país para amenazar nuestra autonomía. Lo que viste, y no lo reduciré a una disputa, fue la forma en que tengo que defender a los contribuyentes", aseguró ante una pregunta del periodista de la cadena de noticias.

El presidente también utilizó su ola de tuits dominicales para atacar los planes de reforma policial que el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, y la bancada afroamericana del partido quieren plantear a partir de la próxima semana para impedir que se repita una muerte como la de Floyd, asfixiado por el entonces agente de policía Derek Chauvin, ahora imputado por asesinato en segundo grado por aplastar con la rodilla el cuello de la víctima durante casi nueve minutos.

"El 'dormilón' de Joe Biden y la 'Izquierda Demócrata Radical' quieren retirar los fondos a la policía. Yo quiero una policía bien paga. ¡Quiero la ley y el orden!", exclamó Trump. El partido demócrata aclaró sin embargo que sus planes no suponen una retirada de fondos, sino una reestructuración de los mismos para mejorar las técnicas de detención y reducir el armamento militar del que disponen las fuerzas de seguridad.