Sin barbijo ni ningún tipo de protección, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajó al estado de Maine el viernes pasado para recorrer una fábrica de hisopos médicos utilizados para las pruebas de coronavirus. Acto seguido, la gerencia de la compañía debió aclarar que, por el capricho presidencial, se vieron forzados a tirar a la basura la producción realizada ese día. 

En cada visita a fábricas del país, Trump insiste en argumentar que usar tapabocas es una recomendación, pero no una obligación. Este importante descarte de insumos se produce en momentos en que funcionarios de la salud pública de Maine y otros estados se quejan debido a que la escasez de hisopos es un obstáculo a la hora de ampliar masivamente los testeos de coronavirus. El país sigue siendo por lejos el más afectado del mundo por la pandemia: ya registra casi dos millones de enfermos y más de 110 mil fallecidos.

Los trabajadores de la fábrica Puritan Medical Products vestían ese viernes como todos los días las batas de laboratorio, botas de plástico, gorros, mascarillas y lentes de protección reglamentarios para realizar sus tareas. Mientras tanto, el presidente caminaba por las instalaciones de traje y corbata y sin barbijo ni guantes, tocando todos los insumos. Incluso llegó a colocarse un hisopo cerca de la nariz.

"El funcionamiento de las máquinas de la fábrica es muy limitado, y lo producido mientras el presidente recorrió el piso de nuestras instalaciones será descartado", dijo Virginia Templet, gerenta de marketing de la compañía consultada el mismo viernes por el diario USA TodayLa empresa es una de las dos únicas que fabrican los hisopos que se utilizan para las pruebas de covid-19 y que recibió millones de dólares del gobierno federal para duplicar su producción. 

En un contexto de escasez alarmante de insumos, casi un tercio de los hogares para ancianos de Maine informaron el mes pasado que no tenían hisopos nasales para recolectar muestras. Incluso el 61 por ciento de los que respondieron a una encuesta de la Asociación de Directores Médicos afirmaron que tenían siete o menos a su disposición.

Trump viajó mucho en las últimas semanas para tratar de exhibir los esfuerzos de su administración a la hora de aumentar la producción de los insumos necesarios para combatir el virus. Recorrió una fábrica de Ford Motor Co. en Michigan, una compañía que fabrica equipos de protección en Pensilvania y una planta de Honeywell en Arizona que fabrica respiradores. 

Cada uno de esos viajes llamaron la atención por la reticencia del presidente a usar una máscara facial, incluso cuando los empleados y los funcionarios de la compañía se presentaron muy cerca dee. En su particular interpretación de los hechos, Trump se escuda al decir que sólo sigue las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que recomiendan llevarlas pero "no obligan" a hacerlo.