La semana que se inició con nuevas fases y modalidades de la cuarentena nacional arrancó también con incertidumbres respecto de la Copa Libertadores femenina: luego de que el domingo se filtrara un documento firmado por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), hubo variadas interpretaciones al respecto e incluso se especuló con que la versión 2020 del torneo más importante del continente se suspendería. Fuentes de la Conmebol, sin embargo, le confirmaron a Página/12 que en ningún momento se habló de cancelación del certamen sino de la decisión de suspender la aplicación de licencias que iba a estrenarse desde esta edición y suponía un mínimo de requisitos obligatorios para aquellos clubes que participaran de la competición.

¿Qué son las licencias? La licencia, según la definición del reglamento que el ente continental hizo entrar en vigor el pasado 12 de febrero, es el "certificado que confirma el cumplimiento de todos los requisitos mínimos obligatorios por parte del licenciatario para iniciar el procedimiento de admisión en las competiciones de clubes de la CONMEBOL". Según el artículo 88 de tal reglamento, tales requisitos buscan "promover y garantizar el desarrollo del fútbol femenino, a fin de contar con una base amplia de futbolistas con la motivación, las condiciones técnicas y administrativas que incentiven la profesionalización de la disciplina".

Hasta el documento que salió a la luz este domingo -dirigido a los secretarios generales de las Asociaciones miembros de la Conmebol-, estaba estipulado que, desde este año, los 16 clubes que participaran de la competición a realizarse en Chile debían contar con la respectiva concesión de su licencia, habiendo cumplido los diversos requisitos indicados.

El comunicado de la confusión.

Los requerimientos mínimos para la obtención de la licencia son variados y se agrupan según cinco criterios: deportivo, de infraestructura, administrativo, jurídico y financiero, que suponen a su vez requisitos cada vez más rigurosos e integrales para las ediciones sucesivas, como la obligatoriedad de un plan de mercadeo y comunicaciones o la profundización de las condiciones de desarrollo de equipos juveniles.

La implementación del proceso de tales licencias es lo que suspendió la Conmebol, según detalla en el comunicado. El texto recuerda que, al momento de aprobar tal proceso en los certámenes femeninos, fue "una de las primeras Confederaciones del mundo en regular el proceso de licencias del fútbol femenino con el propósito de profesionalizar, desarrollar y colaborar con los clubes femeninos". "Sin embargo, considerando los impactos de la pandemia de Covid-19, el impedimento del desarrollo ordinario del fútbol y teniendo conocimiento de la suspensión de torneos femeninos, el proceso de licencias de clubes no podría llevarse a cabo", explica.

"Es importante mencionar que la presente determinación se encuentra basada en el entendimiento de las circunstancias vividas a nivel mundial, con la única intención de colaborar con los clubes, y que el compromiso y la responsabilidad para seguir fortaleciendo el fútbol femenino es pilar fundamental para la Confederación Sudamericana de Fútbol", se lee hacia el final de la misiva firmada por José Astigarraga y Julio Lansac, Secretario General y Responsable de Licencias de Clubes, ambos autoridades del organismo que tiene su sede en Luque, Paraguay.

Las firmas de Astigarraga y Lansac.


El representante argentino de la edición 2020 será Boca, que consiguió su clasificación el pasado 28 de abril, cuando la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió dar por finalizado el primer torneo femenino semiprofesional. Sin campeón ni descensos, las Gladiadoras se aseguraron su plaza tras liderar la etapa regular al momento de la suspensión a causa de la pandemia (con 43 puntos, dos más que su escolta UAI Urquiza y con un partido menos). 

Según el calendario original, la Libertadores femenina está estipulada para septiembre, y su sede será Chile, por primera vez. Lo que está confirmado es que ya no se estrenará allí el sistema de licencias de la Conmebol. Será también la primera vez que los planteles clasificados se mentalizan rumbo a ella sin entrenamientos convencionales compartidos, en muchos casos desde hace más de dos meses. Boca, que regresa a la Libertadores después de seis años, es uno de los que se prepara en este contexto, en medio de una pandemia que ahora tiene a Latinoamérica como su epicentro.