Estudios de televisión distribuidos en las casas; entrevistas y reuniones de producción por videollamadas; hilos de whatsapp interminables, el termómetro del caudal laboral y el estrés en alza. El coronavirus vino a modificar, como en casi en todos los ámbitos, la dinámica de trabajo de las productoras audiovisuales de las universidades públicas ubicadas más allá de la Capital Federal y el conurbano bonaerense, y además obligó a readaptar contenidos y generar proyectos nuevos en este contexto de aislamiento obligatorio. El desafío es encontrar nuevas narrativas y contribuir a pensar y a debatir qué mundo nos espera cuando pase la emergencia sanitaria.

La Dirección de Comunicación Multimedial, de la Universidad Nacional de Rosario, por ejemplo, lanzó “Reflexiones al atardecer” con una serie de entrevistas a personalidades de la región, como Ernesto Samper, Luiz Inácio Lula Da Silva o Marco Enríquez-Ominami, para hablar sobre la post pandemia. A partir de esta iniciativa del área de internacionalización de la casa de estudios, el objetivo es ir sumando referentes de otras áreas como comunicación, ciencia, educación, filosofía o sociología para analizar las transformaciones que dejarán latentes esta coyuntura.

“La idea fue hacer un proyecto, dentro de las posibilidades, con una narrativa expandida, donde la primera base sea un formato híbrido televisión-web-redes y después otra serie de piezas conexas: por cada programa tres movisodios (capítulos para móvil), un microsodio para Instagram y uno o dos podcast; y al final un libro”, sintetiza Fernando Irigaray, director del DCMTeam. También están trabajando en otro proyecto con un formato similar sobre Comunicación y Tecnología, en forma asociativa y que podría ser conducido desde el exterior, a partir de un proyecto de la Cátedra Latinoamericana de Narrativa Transmedia.

El trabajo colaborativo entre los canales universitarios viene articulándose a través de la Red Nacional Audiovisual Universitaria (RENAU), donde se comparten contenidos y se realizan producciones conjuntas. En situación de pandemia se sumaron a la grilla de los canales programas coyunturales como “Seguimos educando”, del Ministerio de Educación, pero además se fortalecieron las interrelaciones para resolver situaciones técnicas y de alcance territorial que antes no habían surgido o solo en algunos casos específicos.

Es la experiencia de la Red de Medios de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), a cuyos integrantes no los sorprendió del todo la mayor virtualización que impuso la pandemia. “La Universidad tiene sedes en toda la provincia, de punta a punta, entonces sí o sí tenemos que pensar cómo estar en todos lados sin estar a veces presente físicamente. Esta situación es totalmente nueva, pero estábamos bastante en training con la modalidad virtual para generar contenidos. La Red nació hace 4 años y, en ese momento, tuvimos una mirada innovadora. Pudimos poner a prueba lo que veníamos utilizando”, remarca su director, Claudio Grandinetti.

Con el aislamiento obligatorio tuvieron que adaptar toda la programación del canal a la modalidad remota y, para sortear los problemas de conectividad que tienen en algunas zonas, crearon una aplicación que permite realizar entrevistas a distancia sin consumir tanta banda ancha. También generaron un videojuego llamado Cuarentena para ayudar a los más chicos de la comunidad a incorporar los hábitos de prevención del coronavirus y una experiencia de realidad virtual –Patagonia 360–, que en tiempos de confinamiento permite visitar lugares turísticos del sur argentino sin salir de casa y que ya generó el interés del gobierno provincial.

Contenidos desconcentrados

También los integrantes de UNAM Transmedia, de la Universidad Nacional de Misiones, tuvieron que redefinir la programación con entrevistas en forma virtual y produciendo por teletrabajo. Debieron suspender momentáneamente el magazine cultural semanal, porque su formato era difícil de llevar a la modalidad remota, y se enfocaron a la cuestión informativa, con campañas de prevención y otros aspectos relacionados con el coronavirus, que se difunden tanto por los espacios televisivos como por las redes sociales institucionales. Además, comenzaron a hacer registros para una serie documental post pandemia.

Otra iniciativa surgida del contexto son las campañas con testimonios de docentes y nodocentes donde narran cómo cambiaron sus actividades a partir del teletrabajo y la reconversión de su metodología pedagógica y de comunicación con el estudiante. “Tratamos de rescatar eso para mostrarlo a otros que también quizás están viviendo la misma problemática. No sólo somos un medio de difusión de lo que está haciendo la Universidad, sino también nos interesa escuchar lo que dice nuestro público, responder de alguna forma y escuchar cómo impacta nuestra respuesta”, destaca el director de UNAM Transmedia, Claudio Lanús.

En el Centro de Promoción y Producción Audiovisual (CePPA), de la Prosecretaría de Comunicación Institucional de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), también afrontaron muchas modificaciones en lo planificado y debieron postergar algunos proyectos. Sin embargo, lograron culminar justo antes de la cuarentena una serie de micros audiovisuales que ofrecen una visita guiada a los museos de la UNC, que se están distribuyendo por redes sociales, y otra serie de micro documentales –“De esto también se trata”–, que acerca a futuros estudiantes a conocer las carreras desde la perspectiva de recientes egresadxs y alumnos avanzados.

Generaron, además, una serie periodística, documental y de divulgación –“Mundos d.C”– en la que, con el aporte de investigadorxs, docentes, estudiantes, nodocentes y egresadxs, se analiza este momento particular y se reflexiona sobre escenarios futuros. “Creemos que es un buen momento para hacer una pausa. Creemos que la construcción de conocimiento público que se hace desde las universidades públicas puede ser un gran material para poner a circular en un momento de tanta incertidumbre como la que estamos viviendo”, aseguran desde el CePPA. La idea es que el proyecto se expanda luego con elementos vinculados a plataformas digitales y con formatos literario, fotográfico y de ilustración.

Como les ocurrió a sus pares, los trabajadores de UNLAR TV, el canal web de la Universidad Nacional de La Rioja, también tuvieron que amoldarse a las nuevas circunstancias del trabajo a distancia. El programa de ciencia “Conciencia riojana”, que se hacía en piso, pasó a realizarse con entrevistas por Zoom, y el proyecto “Quiero hablar con vos”, de entrevistas en profundidad a distintas personalidades, que pensaban estrenar este año en estudio, lo adaptaron a Facebook Live con un programa de edición especial.

Además, coordinan tareas y comparten contenidos con otras universidades a través de la RENAU. “Vivimos en un país tan concentrado, a lo que no escapa lo audiovisual, que el hecho que esta pandemia nos haya alcanzado con una Red mucho más desarrollada, ha sido muy importante para las universidades y para el aporte que los medios audiovisuales hacemos en cada una de las provincias y regiones”, sostiene Paulina Carreño, del equipo de gestión de UNLAR TV.

Enlazar voluntades

El trabajo en red también permitió que el canal de la Universidad Nacional de Mar del Plata, a cargo del secretario de Comunicación, Alberto Rodríguez, pudiera ampliar su grilla de contenidos en un 30 % durante la cuarentena. Además de participar en la difusión de “Seguimos educando”, firmaron un convenio con CINE.AR para sumarse al ciclo “40 películas en 40 días de cuarentena” y generaron una franja infantil con los contenidos de la Red TAL (Unión de los canales públicos y culturales de América Latina). Y con la Asociación de las Televisiones Educativas y Culturales de Iberoamérica acceden a un repositorio de materiales creado a partir del intercambio entre los miembros.

Las producciones propias tuvieron que amoldarse al contexto bajo las direcciones de Contenidos (Hernán Gaspari) y Emisión (Darío Junca). El segmento informativo de las actividades de la Universidad pasó a denominarse “Bloc de notas desde la cuarentena” y se reemplazaron las entrevistas filmadas en las distintas sedes por informes en primera persona realizados con un celular. Los programas de estudios, que tenían entrevistados en piso fueron reemplazados por notas vía teleconferencia, y los columnistas también pasaron a ser “virtuales”.

La pandemia, en definitiva, cambió las condiciones de trabajo y de producción de los contenidos audiovisuales, pero permitió pensar en otras perspectivas, atravesadas por la tecnología y las plataformas virtuales, para seguir generando materiales que enriquezcan a la comunidad y que amplíen las miradas regionales.