“Estamos frente a algo inesperado, novedoso, doloroso y traumático. Es difícil pensar en la futura nueva normalidad. Se ha puesto en crisis nuestra percepción del tiempo y del espacio”, analiza el vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Ricardo Manetti, en la introducción del informe “Cultura en tiempos de pandemia”, del Observatorio Universitario de Buenos Aires (OUBA). El documento repasa propuestas solidarias de organizaciones, medidas estatales y nuevos formatos surgidos de la crisis generada por la expansión de la Covid-19 en el mundo cultural.

Después de sintetizar las medidas que el Estado anunció para el sector artístico, el informe sentencia que "la mayoría de los consultados" las “elogió”, aunque las definió como “paliativas e insuficientes, mucho más en un eventual marco de extensión en el tiempo de las restricciones por motivos sanitarios”.

Una de las fuentes consultadas es Sebastián Blutrach, asesor de programación artística y contenidos del Teatro Cervantes, hasta el año pasado presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET). “El panorama es espantoso porque el teatro como representación única y presencial está en graves dificultades, aún con diversas actividades y formatos paliativos que se están explorando”, sostuvo. La plataforma digital Cervantes Online en YouTube repone producciones filmadas para compensar con derechos de autor a los participantes, propuesta que se reforzó con un añadido de “detrás de escena” para generar contratos de hasta 15 mil pesos para 100 trabajadores. Por otro lado, como propietario de El Picadero, Blutrach contó que recurrió al programa ATP para cubrir salarios y pidió créditos. “Con ingresos nulos, sin siquiera la mitad de la facturación como otras empresas, el panorama de reapertura se presenta como muy malo. El lunes siguiente luego de una hipotética vuelta puede ser devastador, con una clase media endeudada y temores al contagio. Como empresario resulta agotador quedar a pérdida permanente: es casi una invitación a retirarse.”

Carlos Rottemberg, empresario de Multiteatro, sugirió –como lo hizo en otras oportunidades- que para el circuito comercial la temporada 2020 “terminó en marzo” y que si se toma como parámetro la experiencia de 2009 con la gripe A, “llevará al menos tres meses enderezar el barco” al regresar. Remarcó que la ayuda estatal debe dirigirse al sector independiente y que los complejos teatrales “no se pueden sostener ni ser viables” con la virtualidad. También apuntó: "A los que somos de CABA nos corresponde no mirar el problema desde nuestro ombligo. La mejora de la situación sanitaria y la no aparición de nuevos casos de coronavirus en gran parte del país podrían habilitar antes el trabajo de artistas y colegas en muchas regiones ", concluyó. Javier Gómez, director del Cine y Teatro Municipal de San Juan, cuenta que “para mantener el plantel de 15 trabajadores” el espacio se reconvirtió en un estudio de producciones audiovisuales.

María Fiorentino, prosecretaria de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI), contó que la entidad realizó una encuesta para conocer necesidades y estado de situación de sus socios y así activar una red solidaria y respuestas en torno a alimentación y medicamentos. El accionar solidario se replica en el movimiento Artistas Solidarios , que reparte bolsones de comida y cuenta en su equipo con una doctora y una psicóloga.

El informe también puntualiza en la industria audiovisual, en la que se profundizó una crisis que "ya venía de arrastre con especial fuerza". Por ejemplo en televisión abierta con gran caída de la producción de tiras de ficción nacional: en 2013 había 34 producciones; en 2020 solo una, Separadas, que fue levantada . “Argentores perdió en los últimos tiempos el 40 por ciento de sus ingresos por la actividad absolutamente frenada y la falta de tributos, especialmente con una actividad televisiva argentina que cae en picada", dijo Roberto Perinelli, secretario de la Junta Directiva del organismo, que otorgó subsidios y adelantos. 

Tras enumerar las medidas para el teatro como el Plan Podestá, Liliana Weimer, presidenta de la Asociación Argentina del Teatro Independiente (ARTEI), describió: "El impacto es devastador. Al no tener actividad no se producen ingresos ni para las salas ni para técnicos, gestores de sala, colaboradores, personal de limpieza y todos los rubros imaginables que están ligados a la programación teatral y al dictado de clases, una actividad fundamental en nuestro universo". Junto Espacios Escénicos Autónomos (Escena), el Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA) y la Cámara de Clubes de Música en vivo (Clumvi), entre otras asociaciones, están “generando estrategias respecto de las dificultades crecientes para el pago de alquileres y servicios ”. Hija de la pandemia es PIT , agrupación de profesores y profesoras de teatro y afines de la Ciudad, que surgió el 1° de abril. Además de cristalizar herramientas para las clases online, han armado un protocolo para la reanudación del formato presencial.

Sobre las nuevas formas que están apareciendo, el documento hace foco en Amor de cuarentena , ficción sonora que interactúa con el público a través de mensajes grabados en WhatsApp con realización de Santiago Loza y dirección de Guillermo Cacace. "Aparecen alternativas, casi como objeto de estudio de la actuación de modo teórico, campos expandidos de la actuación más allá del teatro y terrenos inéditos para deconstruir la presencia que se da solamente en proximidad. Pero a la vez hay formatos como el teatro filmado que pueden ser un bodrio, algo estático, más frente a las producciones actuales en streaming. Por ejemplo en el 'detrás de la escena' del Cervantes que me tocó filmar digo justamente que la experiencia que están viendo se pauperiza, se fosiliza, perdiéndose algo fundamental del vivo. Aunque claro que como modo de generar recursos para los trabajadores en esta emergencia, me parece un método excelente", consideró Cacace. "La profesión está muy precarizada y lo que hizo la pandemia es poner una lente de aumento en lugares por siempre existentes, de los que somos víctimas y ligeramente cómplices", concluyó.

En este sentido, Nicolás Lisoni, director artístico del Centro Cultural Paco Urondo, manifestó: “Es fundamental no dejar pasar esta oportunidad que golpea tanto para intentar igualar los derechos de lxs artistas con el resto de los trabajadores de la comunidad".