El presidente Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta mantuvieron un encuentro en la Quinta de Olivos para analizar cómo continuará la política sanitaria conjunta en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y decidir si se produce un endurecimiento de la cuarentena.

La reunión se realizó en la Quinta Presidencial de Olivos desde el mediodía y se extendió por dos horas, esta vez sin la presencia de los ministros de Salud de la Nación, provincia y Ciudad; Ginés González García, Daniel Gollan y Fernán Quirós; respectivamente.

Fernández, Kicillof y Rodríguez Larreta analizaron el nivel de contagio y de circulación del virus en las calles de la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense, donde se registran la mayor cantidad de casos, de cara al vencimiento de la última prórroga de la cuarentena, el 28 de junio.

Según confirmaron a la agencia Télam fuentes del gobierno porteño, el jefe de Gobierno habría accedido a acompañar el endurecimiento del aislamiento social y obligatorio en el AMBA. Podría dar marcha atrás con las flexibilizaciones en la ciudad si se mantiene en los próximos días la curva ascendente de casos de coronavirus.


Las distintas posturas

Antes de la reunión quedó claro que la postura de los gobiernos nacional y bonaerense siguen siendo endurecer las medidas de aislamiento obligatorio y retomar aspectos de la Fase 1 para frenar la escalada de contagios de coronavirus de la última semana. El objetivo es "darle un shock a la disminución de la circulación", remarcó la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti.

No obstante, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, adelantó que según su consideración "aún no es tiempo" de volver a la Fase 1.

Por su parte, el jefe de Gabinete de ministros, Santiago Cafiero, reiteró que la postura del gobierno nacional es “fortalecer los controles jurisdiccionales” entre la provincia y la ciudad para que “los vectores como el transporte público y las aglomeraciones” eviten la circulación del virus.

Vizzotti, fue más enfática. Remarcó que volver a la Fase 1 “es una posibilidad” que permitiría “abrir un paréntesis” y darle un respiro al sistema sanitario.

“En este momento necesitamos organizarnos de alguna manera” para “darle un shock a la disminución de la circulación y de la transmisión, y volver a arrancar en otra situación”, subrayó en diálogo con Futurock.

La propuesta que el gobierno provincial llevó a Olivos es la de dar marcha atrás. “No nos va a temblar el pulso porque vamos a corregir una situación que se está desmadrando”, sentenció el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán. El ministro usó los mismos términos con que el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, había utilizado el viernes tras la reunión con Kicillof en La Plata.

En ese encuentro “hubo una concordancia absoluta de que va a hacer falta una restricción fuerte”, dijo el funcionario y aseguró que, en ese sentido “estamos analizando con el gobierno nacional y el de la Ciudad cuál es el punto crítico” al que se podría llegar. El objetivo es el mismo: "Que esta crisis produzca el daño menor en término de muertes".

No obstante, Larreta afirmó este lunes que "todavía hay margen, no es tiempo de cerrar todo". La postura del Jefe de Gobierno porteño se apoya en el análisis de su ministro de Salud, Fernán Quirós.

En el entorno de Larreta señalan que todavía no tienen datos como para cerrar ya y que esa decisión puede ser contraproducente porque la gente no da más y la reacción social puede empeorar la situación más que el potencial beneficio de la medida de volver a Fase 1.

Sin embargo, según Gollan advirtió en Radio 10 “en los próximos 20 o 30 días podríamos llegar a una situación en que no tengamos más camas disponibles”. Y si esto se evita, añadió, no solo se le pondría un freno al virus sino que “vamos a coronar de la forma más exitosa posible este esfuerzo que hemos hecho” tras más de 90 días de cuarentena.

El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, reconoció que la postura es volver a la Fase 1 “por un período que nos permita recuperar tiempo y ganar oxígeno para poder enfrentar de la mejor manera el crecimiento de los contagios".

"No es que se plantea volver a Fase 1 en todo el país o en toda la provincia, sino en el área metropolitana", aclaró en La Patriada, y agregó que "todo lo que se defina será en manera coordinada con la Ciudad porque una definición aislada no tiene sentido".

Cafiero destacó que varias provincias pudieron abrir actividades debido a la disminución de los contagios pero destacó que en el AMBA la situación es distinta y es donde habría que “evaluar” si se mantiene o no la reanudación de “actividades esenciales, comerciales, productivas y sociales” del último mes.

“El virus sigue estando afuera. Y cuanto más circulación hay, se cargan más los vectores como el transporte público y las aglomeraciones”, subrayó y dejó claro que desde el gobierno nacional “somos muy conscientes, no por un cálculo político o electoral, de que tenemos que poner en el centro una mirada humanista, no una economicista” de la situación.

Gollán insistió con que “la curva ascendente” de casos en la provincia de Buenos Aires es “muy preocupante” porque, de seguir así, entraría en riesgo la capacidad del sistema sanitario del conurbano, donde se concentra el 65 por ciento de la cantidad total de camas de internación.

“Si la línea de progresión de casos sigue así, en un lapso de 30 días vamos a terminar indefectiblemente con una situación de fuerte tensión en el sistema de salud, y es una cuestión que queremos evitar” no solo por los riesgos que ello implica sino también porque esto afectaría los tratamientos con “otras posibilidades terapéuticas, como el uso del plasma, para salvar vidas o acortar la cantidad de tiempo en que la gente esté en terapia o que no entre allí”, agregó.

Si la circulación se ralentiza en estos días y los niveles de contagios se bajan, “podríamos sacar rápidamente de la terapia a 250 pacientes por semana, lo cual es mucho”, remarcó.

Al respecto, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, precisó en radio La Red que la ocupación de camas de terapia intensiva en el área metropolitana asciende a un "55 o 60 por ciento" y especificó que se ocupa "un 2 por ciento por día". De continuar con la tendencia actual de contagios, agregó, "el 16 o el 20 de julio se nos terminarían las camas".

Además, apuntó que en la reunión de esta tarde habrá que “definir el carácter de la estrategia que se va a tomar para reducir rápidamente la cantidad de contagios en el país" y recomendó que él “evitaría que haya circulación en la calle de cualquier persona que no sea de carácter esencial".

"Hay una circulación de personas tan grande que no logramos frenarla solamente con los controles de transporte público porque hay innumerables formas de terminar evadiéndolos que aumentan la cantidad de casos y ello nos puede llevar a un peligro en el sistema de salud".

Cafiero ratificó que la prioridad del gobierno nacional “es cuidar a los argentinos”. “Nos votaron para eso. Algunos lo cuestionan pero más por una mirada política electoral. El presidente tomó primero las medidas necesarias para cuidar la salud y después las medidas relacionadas al cuidado de los ingresos de las familias y comercios”, subrayó.