El protocolo para la vuelta a clases presenciales que presentó el Ministerio de Educación incluye directivas para todas las universidades del país. Por ahora, se trabaja pensando en la reanudación de la actividad en las casas de altos estudios ubicadas en provincias que registran pocos o nulos casos de coronavirus. Para las universidades con sede en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la implementación de cuidados y medidas preventivas aún es una realidad lejana ya que es una de las zonas más afectadas por la pandemia. El modelo de protocolo que presentó el ministro Nicolás Trotta aún debe ser tratado y aprobado, en el caso del sistema educativo superior, por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y por el Consejo Rectores de Universidades Privadas (CRUP).

El protocolo, que fue elaborado por un Consejo Asesor encabezado por el titular del INET, Diego Golombek, establece que para el caso de las universidades se implementará un sistema de clases a distancia con alternancia presencial. Además las instituciones deberán contar con las condiciones edilicias básicas y con los elementos de higiene necesarios. Los alumnos que deban asistir a las clases presenciales tendrán que  hacerlo con uso obligatorio de tapaboca y manteniendo siempre un metro y medio de distancia interpersonal.

"El Ministerio de Educación presentó un documento con aportes de muchas instituciones, gremios y universidades que fija los estándares mínimos para la vuelta a clases presenciales. Es un protocolo que se deberá aplicar en todo el territorio nacional en función de las autorizaciones que otorgue el ministerio", señaló a Página/12, el rector de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) y vicepresidente del CIN, Rodolfo Tecchi. 

Algunas de las recomendaciones que incluye el protocolo para las universidades son el estímulo del trabajo remoto en las actividades administrativas que lo permitan, para reducir en lo posible la presencialidad y la movilidad de las personas; el regreso escalonado a las actividades de investigación que no hayan sido consideradas esenciales durante la cuarentena; la evaluación de la necesidad de exámenes presenciales de acuerdo con las recomendaciones sanitarias; y la autorización de ingreso en los establecimientos sólo para actividades programadas, entre otras.

El secretario general de la Fedun, Daniel Ricci, expresó que “es muy positivo que se estén buscando los consensos con la participación de todos, de autoridades de gobierno y las representaciones gremiales. Nos espera un enorme y mancomunado esfuerzo para cuando se recupere la presencialidad para continuar con las políticas educativas que se venían llevando adelante tanto a nivel nacional como de los distintos distritos”.

Desde el Ministerio dejaron en claro que si alguna universidad no puede garantizar las condiciones mínimas establecidas en el protocolo, no se podrá volver a las clases presenciales en esa institución educativa.

"En el caso de nuestra universidad, nos va a llevar por lo menos más de un mes preparar cada facultad de cada sede para que esté en condiciones. Hay que hacer un montón de trabajo, de señalización, de cómo se entra y cómo se sale, capacitación del personal docente y no docente", indicó Tecchi.

"Este proceso sería de regreso escalonado priorizando la situación sanitaria de cada lugar, es decir dónde estamos ubicadas las universidades y teniendo en cuenta las características de cada una", señaló la presidenta del CIN y rectora de la Universidad Nacional del Nordeste, Delfina Veiravé.  

Con respecto a la fecha de inicio de clases presenciales aún no se sabe con certeza porque depende de la situación epidemiológica. Pero el ministro Trotta adelantó que "el sector universitario va a ser el último en regresar" a la actividad, ya que que el principal problema que tienen las universidades es el alto nivel de circulación de estudiantes. 

"Seguramente al principio vamos a poder garantizar el regreso de los estudiantes de los últimos años o de determinadas carreras que no son tan masivas", afirmó Veiravé.


El acuerdo paritario con los docentes

Las federaciones de docentes universitarios lograron un avance en la regulación de la modalidad del trabajo docente a distancia y en entornos virtuales que actualmente se lleva adelante en reemplazo de la presencialidad, interrumpida por la pandemia de covid-19. En el marco de una negociación paritaria de la que participaron funcionarios del Ministerio de Educación, rectores del CIN y los gremios, se firmó un acta que contempla distintas condiciones de trabajo para la labor de los docentes bajo la modalidad virtual y no presencial que deberán ser respetadas y garantizadas. Evitar el sobretrabajo, garantizar el derecho a la desconexión y a la privacidad, y la provisión de herramientas tecnológicas son algunos de los puntos que abarca el acuerdo.

“Para nosotros fue muy importante haber firmado este acta ya que venimos de tres meses de trabajo virtual sin ningún tipo de regulación. Por eso, con esta firma se establece una regulación de nuestras condiciones de trabajo para que se reconozca la dignidad del trabajo docente en el marco de la pandemia", señaló a Página/12, el secretario general de la Conadu, Carlos De Feo.

Algunos de los puntos que contempla el acta son la regulación de los tiempos de trabajo correspondientes a la carga horaria de los cargos y dedicaciones docentes; el derecho a la desconexión y la pausa virtual; el derecho a la percepción del salario correspondiente según los acuerdos paritarios y las condiciones de trabajo establecidas en el Convenio Colectivo de Trabajo; la continuidad de la capacitación docente y la formación pedagógica y de enseñanza en entornos virtuales; la disposición de recursos tecnológicos de las universidades, el establecimiento de las plataformas virtuales de las universidades y la provisión de recursos tecnológicos por parte del Ministerio de La Nación, entre otros puntos.

Además, se acordó una reunión en un plazo de 30 días con el fin de evaluar la aplicación del presente acuerdo y analizar la evolución del contexto de emergencia y excepcionalidad.

"El acta que firmamos establece un piso nacional de derechos que tienen que cumplir todas las universidades. Además, es un acuerdo que tiene una vigencia acorde a lo que dure la pandemia y alcanza también a investigadores y extensionistas", explicó a este diario el secretario general de Fedun, Daniel Ricci.

Ricci señaló que otro de puntos centrales que incluye el acta es la prórroga de todas las designaciones docentes. "En función de la suspensión de los plazos administrativos producto de la pandemia, se decidió prorrogar aquellas designaciones docentes de cualquier carácter vigentes a la fecha de comienzo de la emergencia y mientras se mantenga la situación de excepcionalidad", afirmó.

La Conadu Histórica fue la única federación docente que no aceptó la propuesta de acta y reglamentación del trabajo virtual. "Hay tres cosas que para nosotros tienen que estar en el acta y que no figuran: son el reconocimiento de las licencias, el respeto a la libertad de cátedra y el reintegro de gastos de los docentes", señaló la secretaria adjunta de Conadu Histórica, Claudia Baigorria. Desde la Conadu Histórica también denunciaron que el propio Gobierno transgrede lo escrito. "Se plantea en el acta que el “docente conserva sus plenos derechos a la percepción del salario según los acuerdos paritarios correspondientes” y por decreto se intenta imponer el fraccionamiento del pago de los aguinaldos violando nuestros derechos salariales", indicaron.