La dirigencia de Central no sabe cómo explicar la relación comercial del club con el detenido jefe de la barrabrava, Andrés “Pillín” Bracamonte. Las autoridades desestimaron hacer referencia a la situación, aunque los principales directivos seguramente deberán comparecer en el juicio en calidad de testigos. No todos los dirigentes tenían conocimiento de la decisión de formalizar la relación con el jefe de la barra. “Nunca se trató la situación en reunión de Comisión Directiva”, confió uno de sus  miembros.

La relación comercial que descubrió la investigación del fiscal Miguel Moreno entre Bracamonte y Central tomó por sorpresa a muchos en el club, incluso entre los directivos. “Estas decisiones se tomaban en mesa chica, dos o tres personas”, precisó un dirigente canaya. "El presidente (Rodolfo Di Pollina) hace tiempo que se alejó de la gente que era de su confianza, en el Crece. Eligió otro entorno, ya con muchos no habla, y deberá dar las explicaciones, hacerse cargo de lo que hizo", apuntó el directivo.

La desazón en Arroyito es generaliza porque las ideas de esta Comisión Directiva, desprendimiento de la anterior, eran antagónicas a las de pensar en una vinculación comercial con el jefe de la barrabrava. “Nunca se tocó ni una sola vez el tema de la barra en Comisión Directiva. Esto es algo muy grave para el club y esta dirigencia, es un fracaso en todo sentido y un ciclo acabado”, asumió el dirigente.

Los principales directivos declinaron la posibilidad de dar explicaciones a lo dilucidado por la Justicia. Pero no por eso las consecuencias serán menores. Para los próximos meses se esperan renuncias, incluso una de las autoridades con cargo relevante considera dar un paso al costado. "No es momento aún de renunciar para no agravar la situación, pero con el tiempo las renuncias van a llegar, está claro".

Ninguna de las autoridades  del club se comunicó con el fiscal para ponerse a disposición de la Justicia. Por lo cual los principales dirigentes serán citados como testigos para que entreguen las explicaciones que por ahora omiten. Deberán responder por qué Central formalizó la relación comercial con Bracamonte y por qué se decidió concederle más poder al jefe de la hinchada, aunque, antes, claro, esas respuestas deberán ser entregadas a sus pares de Comisión Directiva, los cuales desconocían las facturas que la tesorería auriazul cubría para “Pillín”.