A partir del convenio aprobado por la Secretaría de Comercio Interior, el valor para el tratamiento estándar para Atrofias Musculares Espinales por tres años será de 324 mil dólares. La novedad es que –hasta la fecha– el importe del mercado era de 1 millón 300 mil dólares. Así, cada una de las dosis tendrá un valor de 27 mil dólares para todo el territorio argentino, cuando antes salía cuatro veces más. “Es una enfermedad grave, genética y poco frecuente. El acceso a los medicamentos suele ser un problema por los precios que fijan los grandes jugadores del mercado y culminan por imponer serias restricciones. Para los pacientes se vuelven impagables”, señala el ministro de Salud Nacional, Ginés González García. Y continúa en este sentido: “Cuando comenzamos esta nueva gestión vimos que no había alternativa y estábamos muy lejos de poder negociar un acuerdo. Las prepagas tampoco se hacían cargo porque los importes que proponían las farmacéuticas resultaban demoledores. En todas las situaciones, las familias terminaban en un recurso de amparo. Resultaba una bomba de tiempo, era una situación para la que no existía una solución”.

Frente a ello, el Estado decidió intervenir. “Solicitamos la intervención de la Secretaría de Comercio con el propósito de que sea más accesible. El tratamiento completo se realiza en el plazo de tres años y hasta ahora costaba muchísimo más dinero. Mientras tanto, el laboratorio con el que se había firmado el acuerdo en 2019 ni siquiera lo cumplía. Se había comprometido a divulgar informes sobre su efectividad en nuestros pacientes argentinos y solo lo hicieron en siete casos. Ningún laboratorio le puede marcar la cancha al Estado argentino”, destaca Sonia Tarragona, subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica. “Además, cuando averiguamos el precio que salía en Brasil nos volvimos locos: costaba 27 mil dólares cada dosis cuando lo que nos querían cobrar a nosotros era muchísimo más. Por ello nos propusimos que en Argentina costara lo mismo. Los pacientes están primero. Con el importe que tenía, aunque la droga había sido incluida en el Programa Médico Obligatorio (PMO) nadie podía abonarlo”, completa González García.

Ahora bien, ¿qué son las Atrofias Musculares Espinales? Las AME pueden ser definidas como un grupo de trastornos musculares de origen genético que ocasionan la debilidad de los músculos de manera simétrica y progresiva. Los pacientes con esta patología afrontan la degeneración y, más tarde, la pérdida de las neuronas motoras inferiores en la médula espinal y el tronco encefálico. Ello afecta, principalmente, a los miembros inferiores y a los músculos respiratorios. Los síntomas inician en una etapa infantil y, por su prevalencia (1 caso cada 30 mil personas aproximadamente) forma parte de las denominadas “Enfermedades Poco Frecuentes”. Los pacientes se deben tratar con cuatro dosis iniciales (ampolla de una droga denominada “Nusinersen”), una cada dos semanas. Después, el esquema de tratamiento continúa con una dosis cada cuatro meses. Mientras que durante el primer año la persona recibe seis dosis en total, a partir del segundo solo tendrá que cumplir con tres cargas anules.

La actitud con respecto a esta droga puede funcionar como un caso ilustrativo para graficar las diferentes posturas del Estado argentino en una (Mauricio Macri) y otra administración (Alberto Fernández). Nusinersen fue aprobada por la FDA (Food and Drug Administration de EEUU) en 2016. Tres años más tarde, en marzo de 2019, el fármaco producido por el Laboratorio Biogen (compañía multinacional estadounidense de biotecnología) fue incluido en el Registro de Especialidades Medicinales de ANMAT; a cambio, la farmacéutica se comprometía a realizar un programa de seguimiento de los pacientes para evaluar su efectividad, actividad que según Tarragona “realizó con muchas anomalías”. En mayo del mismo año, el medicamento comenzó a ser suministrado a los pacientes en Argentina bajo un convenio (firmado por la gestión del gobierno anterior) que establecía un “precio confidencial” solo para financiadores (prepagas) que adherían al acuerdo y se exigía incorporarlo al Programa Médico Obligatorio (PMO).

“Las prácticas de alto costo y baja incidencia (como es el caso de la AME) no deben incorporarse al PMO. Hace unos días, la ANMAT reinscribió el principio activo Nusinersen en el Registro de Especialidades Medicinales porque el laboratorio Biogen no presentó de manera adecuada la evidencia exigida. Desde el Ministerio de Salud se rescindió el convenio anterior y se solicitó la intervención de la Secretaría de Comercio para fijar un precio máximo adecuado al mercado argentino”, plantea González García. De esta forma, la cartera que gestiona González García eliminó a la droga del PMO y así garantizó la cobertura de todos los pacientes que venían con tratamiento en curso. Fue incorporada, en cambio, al Sistema de Tutelaje de Tecnologías Sanitarias Emergentes y, con ello, se asegurará el reintegro para todas las prestadoras médicas que deban suministrar el fármaco ante la solicitud de sus pacientes.

“El Ministerio de Salud atenderá a todos los casos, todos tendrán cobertura. En la actualidad hay 142 en tratamiento y 40 listos para ser evaluados. Hasta hace muy poco tiempo había mucha incertidumbre en las familias, el 95% de los pedidos que realizábamos culminaban en un proceso judicial interminable y engorroso. Algunas veces llegábamos a la Corte Suprema. Nos generaba un estrés muy grande, era muchísima plata que, por supuesto, no estábamos en condiciones de pagar”, dice Vanina Sánchez, presidenta de la Asociación Civil FAME Argentina. Luego, continúa emocionada: “La AME es muy difícil porque transforma a las personas en estatuas. Si todo fluye de aquí en más sería un milagro para nosotros, realmente vivimos un infierno durante los últimos tres años”, narra Sánchez, que además es la mamá de Joaquín, diagnosticado con Atrofia Muscular Espinal a los 17 meses de vida.

En 2021, el Congreso Mundial de Drogas de Alto Costo será realizado en Argentina y ello es un logro importante porque implica un reconocimiento al sistema de salud local. Ser sede no es tarea fácil. En la actualidad, quizás como nunca, la pandemia ha evidenciado que la salud es un asunto de geopolítica, una cuestión de poder. Bajo esta premisa, la lógica de la intervención estatal debe primar por sobre la del mercado si el objetivo es democratizar las condiciones de acceso a los medicamentos, el tratamiento y una posible vacuna para la Covid-19 que, según la OMS, estará recién en 2021. “Si las investigaciones médicas las orienta el mercado estamos fritos. Hoy nos sacamos un orzuelo muy molesto del ojo. Buscaremos seguir en esta vía, con el propósito de resolver la inequidad frente a la salud y generar más y mejores opciones”, concluye González García.

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