El ex atacante Christophe Dugarry, campeón mundial con Francia en 1998, pidió este viernes disculpas por haber utilizado el término "autista" como ofensa al referirse al rosarino Lionel Messi, reafirmando su deseo de no haber lastimado a nadie.

"En ningún momento quise estigmatizar o burlarme de las personas con trastorno autista, esa no fue mi intención. Me disculpo con cualquiera que pueda haber ofendido", dijo Dugarry en la cuenta del programa radial Equipo Duga de la RMC Sport de Francia.

Dugarry, devenido en comentarista radial en su país y habitualmente célebre por sus opiniones polémicas, calificó el último jueves de "medio autista" a Messi al referirse a la situación de su compatriota Antoine Griezmann, quien viene siendo suplente en Barcelona tras llegar como fichaje estrella en el último mercado de pases.

"¿De qué tiene miedo (Griezmann), de un chico que mide 1,50 y es medio autista? Lo único que tiene que hacer es poner huevos en algún momento", aseguró el ex internacional francés en su programa en RMC Sport.

Los dichos de Dugarry, de intrascendente paso en 1997 por Barcelona, donde jugó sólo 13 partidos y no hizo goles, fueron muy criticados y ante la presión mediática debió disculparse.

"Es cierto que Messi podría darle más pases, pero sinceramente no me sorprende. Griezmann pierde balones, juega con la pierna tímida. Griezmann debería ir a hablar con Messi para solucionar el problema. Hace un año que se viene diciendo que tiene un problema con Messi", añadió el francés, habitual suplente en el equipo que se coronó en la Copa de 1998 (tres partidos y un gol).

Por último, Dugarry también criticó al entrenador Quique Setién: "Es un entrenador que patina totalmente. Setién es buena gente, pero no tiene el nivel. No sabía a quién cambiar (en el reciente 2-2 ante Atlético de Madrid). Metió a Griezmann en el minuto 90. No era algo contra Griezmann. Es que no sabe cómo hacer jugar a su equipo. Está superado".

Esta no es la primera vez que Dugarry se la agarra con Messi, a quien a menudo ha considerado como un "mal compañero". Sin embargo, el reciente exabrupto terminó hablando más sobre él que del rosarino.